El futuro no existe, solo el presente. Nuestro futuro puede ser formado en base de nuestras actitudes, y nuestra única y excusiva responsabilidad, pues los actos de cada invividuo son propios, y en nuestro andar está la decisión de hacer el bien o el mal, marcando las líneas que harán de nuestras vida lo que anhelamos.
Hemos creído que el futuro está allí listo para disfrutar de el, ¿pero no nos hemos detenidos a pensar cuál es? Y es que el futuro es como una planta que siembras, esta crecerá en vista del cuidado que le demos, y dará fruto siempre y cuando la reguemos y abonemos.
Nuestras vidas han cambiado de una manera sorprendente, venimos de una Venezuela, que a pesar de sus grandes dificultades políticas y sociales, podía llevar una vida esperanzadora, pues existía la opción de decir que nuestra futuro sería grande, ya que en nuestras escasas circunstancias económicas, la vida en el país era llevadera. Pero esto se esfumó con decisiones que tomamos en lo personal, social, económico e idiologico; el venezolano lamentablemente decidió creer más en el hombre que en sí mismo, eligió creer en la alternativa del papá Estado y se conformó con migajas que caen de la mesa. Entre mentiras y desilución nuestra esperanza hacia un futuro mejor fue mermando al punto de llevarnos a la situación que hoy vivimos.
El futuro de esta gran nación no está en un hombre, el futuro este país está en su gente, esas personas que diariamente trabajan duro para ser lo mejor de si, gente que lucha para forjar las grandes alternativas futuristas de nuestros hijos y familiares, y el deseo de llegar a viejos con el gran logro de haber creado un futuro en base a decisiones correcta.
La ciudadanía hoy debe analizar cuál es el deseo de su corazón, y preguntarse ¿por qué estamos así? pero sobre todo, aceptar que parte de esta situación es culpa de hombre y mujer que tomaron malas decisiones, para así con ello actuar en pro de la corrección de los problemas políticos y sociales. Es todavía tiempo de corregir nuestros actos, e iniciar un reencuentro entre los ciudadanos que permita abrir los ojos a los políticos y hacerles entender que Venezuela necesita gerentes que impulsen la economía y salven las raíces libertarias que nos heredaron nuestro antepasados.
Los cambios comienzan por nosotros. Decidamos romper los yugos del conformismo y la mediocridad.
Antonio Bermúdez
Chef profesional
@chefbermudez
Coordinador estadal de promoción de valores de @VenteBarinas