En un futuro no muy lejano, lo mejor para Venezuela, serán opciones de gobierno las cuales se enmarquen en las distintas corrientes liberales, vale decir, como factores comunes: La Libertad y la Responsabilidad en todo su esplendor. Las propuestas llamadas socialistas quedarán restringidas, haciendo honor también a la estadística, para sectores pequeños de la geografía, atrasados y con un espíritu muy conformista sobre este planeta Tierra.
En Venezuela debe haber el consenso de lograr, en muy poco tiempo, confluencia en actividades que conduzcan a un Congreso Nacional de Corrientes Liberales, no con el fin de propaganda, sino verdaderamente para mostrar a los venezolanos y parte del mundo, que el país está preparado y listo para liderar estos tiempos de muchos cambios y ruptura de paradigmas.
En mayor o menor grado, las opiniones que se recogen a todo nivel, es que el mundo se dirige a situaciones o condiciones diferentes a las vividas hasta hoy; tales cambios pueden ser atribuidos, en alguna medida a la pandemia y sus consecuencias, que nos acompañarán por largo rato.
El resultado del análisis arroja también, la forma deliberada de cómo se planificó, aprovechando la situación sanitaria, la introducción inadvertida de ideas, hechos violentos en la región y la conformación de grupos socialistas, cuyas tendencias, hay que reconocer que existen, aunque no todas son buenas y otras muy malas e inaceptables.
El mal extremo como se conoce, identificado en el régimen, tiene el sol a la espalda, así también la vieja y mala forma de hacer política. Nuestro rol ahora es dirigir los esfuerzos para la consolidación de una República Liberal Democrática, la igualdad ante la ley, el Estado al servicio del ciudadano y una sociedad estable, sana y próspera.