En ecología, hay dos modalidades de relaciones de convivencia estrecha entre dos especies para beneficio mutuo y se denominan mutualismo y simbiosis. La simbiosis es obligatoria para ambas especies, ninguna podría subsistir sin lsbotra; en cambio, el mutualismo es opcional o casual.
La relación de convivencia entre el régimen usurpador y el G4 no es una simbiosis porque no es una relación necesaria u obligatoria; es simplemente una relación oportunística. Por lo tanto, sería una relación mutualista. En política, la naturaleza de una relación entre dos «especies» puede estar cubierta con una apariencia falsa que en ecología podría equipararse con el mimetismo. Por eso, lo que nos parece que es mutualismo, puede ser realmente un parasitismo o una relación de depredador-presa. Un parásito no mata su huésped, pero lo va debilitando lentamente. En cambio, un depredador mata rápidamente su presa y sigue a buscar otra. Recordemos siempre que, tanto en ecología como en política, hay parásitos y depredadores que se mimetizan muy bien como especies benefactores o mutualistas… ¡Ya están descubiertos!
La relación de Venezuela con Cuba, Rusia, China e Irán son relaciones de parásito-huésped que pueden prolongarse en el tiempo, debilitando al hospedero hasta llevarlo casi a la muerte. En cualquier caso, se han mimetizado muy bien como mutualistas, vienen supuestamente a ayudarnos, pero la verdad es que vienen a saquearnos: son como sanguijuelas o vampiros que vienen a alimentarse de nuestra «sangre» que son nuestros recursos más valiosos: petróleo, oro, diamantes, coltán, torio, maderas, aguas, territorio.
El desbalance de los beneficios o recursos intercambiados los delata como despiadados parásitos o sanguinarios depredadores. ¿Estaremos muriendo por parasitismo o por depredación? La historia futura dirá cuál era la verdadera relación de esos países con Venezuela, aunque los venezolanos ya conocemos su verdadera naturaleza.
Antonio J. González-Fernández
Secretario Político
Vente Portuguesa Guanare