(Caracas. 26/05/2020) La crisis del coronavirus ha empeorado la situación de los docentes de todos los niveles, que ya subsistían en condiciones precarias antes de que la COVID-19 se extendiera en el mundo. Suscribiendo las palabras del profesor Orlando Alzuru, presidente de la Federación Venezolana de Maestros advirtió que los 370 mil docentes del sector público se enfrentan a un futuro incierto, debido a los bajos sueldos y a la incapacidad de cubrir sus necesidades básicas.
Ante esta pandemia China, ha convertido al docente en seres vulnerable y con alto riesgo de contraer la misma, debido entre otros casos al debilitamiento de nuestro sistema inmunológico producto del hambre y la falta de un sistema de seguridad social que innegablemente ha conducido ha dicho debilitamiento frente a la familia. La Educación es un sector golpeado y olvidado por el sistema criminal de Nicolás Maduro y su ministro usurpador Aristóbulo Istúriz, actualmente tienen al educador con un salario menos de cinco dólares, una situación crítica que hasta ahora sigue sin recibir respuestas oportuna.
La naturaleza y complejidad del trabajo docente hace que el maestro este expuesto a situaciones agobiantes que lo hacen vulnerable desde el punto de vista de su salud y a esto se le suma la hiperinflación, el alto costo de la cesta básica de las medicinas, las fallas de los servicios básicos luz, agua, gas, transporte, gasolina, ni hablar del esfuerzo que está haciendo el docente por impartir clases a través de las diferentes redes sociales cuando todos sabemos el mal servicio que presta del internet y que todos no tienen computadoras, teléfonos inteligentes, laptops o tabletas.
Es necesario un cambio radical en cuanto a Educación se refiere; que el educador reciba la mayor atención posible garantizándole estabilidad emocional, salarial y una transición política la cual jugará un papel fundamental hablamos de educación de calidad, enfrentar retos después de ver como un sistema totalitario empobreció y destruyó el sistema educativo.
La educación tiene que ser una propuesta profunda abocada a las necesidades de un cambio del sistema que genere bienestar, no vulnerabilidad.
@YraidaVelazquez