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A pesar de que la población venezolana y parte del mundo está en cuarentena, lo cual debería ser la atención central, por lo que eso implica para la familia, economía, producción, educación, servicios, comercio, industria, entre otros aspectos; en Venezuela, no es así, debido a que las personas están pasando penurias, por la ineficiencia en los servicios públicos. Y muchos se preguntarán cómo es esto posible, veamos algunas situaciones.

En distintos municipios a lo largo de nuestro país, protestan por el agua, electricidad, gas, gasolina, alto costo de la vida. Si hablamos del agua, los venezolanos no tienen miedo a contagiarse tienen miedo a morir de sed o de hambre; específicamente, en el estado Falcón, esto es dramático, porque hay personas que duran hasta tres días sin bañarse y cuando algunas lo logran, es con agua de aire acondicionado o de pozo, que además, lo utilizan para cocinar y consumir, por supuesto sin tratamiento. Dañan las tuberías de la empresa hidrológica para obtener un poco del vital líquido, piden a Dios que llueva para consumir un poco de agua y llenar algunas pipas para lavar los baños, limpiar sus hogares, por mencionar algunos de los usos. Aunado a ello, se incrementan las enfermedades de la piel, estomacales y en general, el detrimento de la vida de cada persona afectada por esta situación.  A la par, está el comercio con el agua, en la que muchos pagan 2 dólares por una pipa, no todos pueden, otros dejan de comprar algunos alimentos para completar y adquirir un poco del vital líquido.

En el caso del servicio eléctrico, hay constantes bajones y apagones que duran hasta 36 horas, lo que ocasiona angustia porque se daña la comida, los equipos y calor que para muchos es insoportable, a otros los enferma. El problema del gas lo presentan distintos sectores, las familias cocinan con leña lo que daña al ambiente y la salud. Asimismo la falta de suministro de gasolina agrava la situación del transporte, alimentos, movilidad, productividad. Por eso es que en cuarentena los venezolanos, somos vulnerables y cada día se agudiza más la situación, porque además de vivir con todas las carencias mencionadas, no hay poder adquisitivo para comprar comida, medicina, entre otras cosas…       

Ahora bien, esto se debe a 21 años de permanencia del régimen en el poder en Venezuela, porque ha habido falta de inversión que se ve reflejada en el poco mantenimiento predictivo, correctivo y preventivo, sustitución o mejora de procesos, así como la falta de insumos, de vehículos, poca planificación estratégica que visionará el crecimiento poblacional, la innovación, además de una gerencia débil que no considera los méritos y requerimientos para algunas labores. Aunado a ello, se encuentran factores como: la corrupción y la deserción del personal calificado; muchos se han ido fuera del país por falta de incentivos, hiperinflación y los cargos se les ha dado a los menos preparados o leales al régimen. La política se metió en estos organismos, por lo que no hay autonomía y se ha llegado en muchas de ellas a la decadencia. El control obrero, que se convirtió en un espacio para que los sindicatos se involucraran en asuntos gerenciales y no en defensa de los derechos laborales, fue la unión gerentes – sindicatos lo que quedó ejercido más control.

Es de indicar que los servicios públicos, deben primordialmente satisfacer las necesidades de los ciudadanos. En el preámbulo de la Constitución de la República de Venezuela (1999), se señala al bien común y parte de ello, son los servicios públicos, así mismo en el artículo 178 se expresa que: son competencia del Municipio y Estado la prestancia de los servicios públicos domiciliarios y en al Art, 82 “toda persona tiene derecho a una vivienda con servicios públicos”. Los servicios públicos, deben proporcionar calidad de vida, porque deben garantizar a cada persona el disfrute de condiciones para que puedan vivir de forma digna. Eso es letra muerta.

De allí que se requiere un cambio de sistema de socialista, hacia un sistema liberal, en la cual los mejores propongan acciones para lograr satisfacer las necesidades de los clientes, se realice una gestión adecuada, en la que se consideren la investigación, planificación, dirección, control de los recursos financieros que logren decisiones gerenciales, operativas y técnicas en función de dar un servicio dirigido a la excelencia. Servicios públicos que proporcionen bienestar, para ello, se es necesario que los ciudadanos se responsabilicen a cancelar por estos servicios, que sean gerenciados por los mejores, sin corrupción, sin la política dentro de estos organismos, y que la intervención del estado sea para exigir calidad para que esta contribuya a vivir dignamente. 

Yanira León (@YaniraCleon)

Coordinadora Estadal Vente Falcón