Sin libertad, la descentralización, las ciudades inteligentes y una sociedad que logre evolucionar desde el conocimiento no serán posibles.
Desde hace tiempo escuchamos hablar de ciudades inteligentes, machine learning, big data y otros conceptos que pueden hacer más eficientes a nuestras ciudades. Esas tecnologías son accesibles, muchas de ellas incluso son de código abierto y están disponibles de forma gratuita, ciudades como Medellín, Curitiba o Santiago de Chile ya hacen uso de ellas y son parte de las vidas de sus ciudadanos.
Soñamos con un país en el que el conocimiento sea la base del desarrollo, y el ascenso social derive de la meritocracia, el talento y los esfuerzos individuales.
Hoy vemos a Ciudad Guayana sumida en el atraso, el abandono, la inseguridad; nuestro aparato productivo destruido, un colapso total de todos los servicios públicos y muy lejos de convertirse en uno de los centros de negocios e inversiones más importantes del país. Pero no pienso hacer diagnósticos que ya conocemos, quiero hablar más bien de la posibilidad y del horizonte abierto que tenemos para convertir a nuestras ciudades conurbadas de Puerto Ordaz y San Félix en el destino de cualquier venezolano que se haya marchado o de cualquier extranjero que quiera hacer suya nuestra Guayana para invertir y echar raíces.
Tenemos un potencial infinito, grandes recursos hídricos para el desarrollo hidroeléctrico, un sol brillante casi todo el año con enorme potencial para proyectos sustentados con energía solar, ríos navegables con salida al océano Atlántico, hierro, áreas industriales que pueden ser recuperadas y vendidas al sector privado para la creación de PYMES.
Tenemos en nuestro municipio parroquias con potencial agropecuario y agroindustrial para que nuestra ciudad tenga sustento alimentario en el mayor porcentaje posible, un impresionante parque de industrias básicas que debemos privatizar y debemos garantizar que los recursos de ese proceso de privatización se queden en nuestro estado y en el Municipio Caroní.
A todos ustedes les puede parecer un sueño esto de lo que les hablo, —y debo decirles que sí lo es—, pero lo único que nos separa de ese sueño es acabar con un modelo que lleva veinte años destruyendo a nuestro país y alejando a Venezuela de cualquier escenario de desarrollo y sumiendola por el contrario en el atraso.
Estamos trabajando día a día para ponerle fin a ese modelo y a pesar de las dificultades sabemos que estamos cerca de lograrlo, estamos en ese momento más oscuro que nos acerca a un amanecer que nos espera a todos para iniciar la reconstrucción de nuestra Venezuela y esa Guayana que nos vio nacer y en la que estamos inevitablemente sembrados.
Guayana es un lienzo en blanco, una obra que vamos a rehacer y desde ella vamos a protagonizar la recuperación más grande que haya tenido municipio alguno de todo nuestro continente.
Carlos Mesa
Coordinador de Organización de Vente Bolívar