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El régimen de Maduro, sin ningún tipo de piedad ni consideración con el sufrimiento de las familias venezolanas, aprovecha la circunstancia de la pandemia para profundizar sus controles y seguir llevando a los ciudadanos a una espiral de miseria que no se detiene.

La escasez de gasolina no solo afecta la movilidad en nuestras ciudades y pueblos, ya está afectando gravemente la distribución de alimentos en todo el país y eso trae como consecuencia anaqueles vacíos.

El COVID-19 se encontró con un límite en nuestro país, la necesidad de cada persona de protegerse del contagio choca de frente con la certeza de morir de hambre y ningún padre se quedará tranquilo viendo a su familia mientras se pone flaca y enferma de desnutrición, los estómagos vacíos no tienen ideología y en estos momentos el hambre en Venezuela está tocando a todos, con la excepción de las cúpulas de la tiranía que sí pueden disfrutar de un aislamiento social con Netflix y con sus neveras llenas de alimentos.

Recurrir a controles que ya han sido probados y ya sabemos que no sirven y solo son útiles para seguir destruyendo al mermado o casi inexistente aparato productivo que aún queda es algo planificado y no producto del desconocimiento o la ineptitud. No se trata de defender a Empresas Polar o a la junta directiva de Coposa, es la propiedad privada otra vez siendo destruida y expropiada. En casi todos los países del mundo sus gobiernos le tienden la mano al sector privado para conservar las fuentes de empleo y la producción, eso no ocurrirá en Venezuela mientras el poder siga en manos de mafiosos que destruyen de forma orquestada y sistemática, bajo un plan que no se detiene ni siquiera en medio de los rigores de una pandemia.

Ya los anuncios de aumentos de salario, desde hace años dejaron de ser motivo de alegría para el trabajador, ahora es solo una forma de burla cruel contra los ciudadanos que ponen su esfuerzo para llevar el sustento a sus hogares. 4 dólares mensuales son 100 veces menos de los 400 necesarios para alimentar a una familia de 4 personas, así que ese aumento es solo garantía de neveras vacías.

El venezolano debe llenarse de fortaleza; la oscuridad que ha traído el chavismo criminal no es eterna, es cierto que ha sido larga pero somos indoblegables y los que queremos salir de esto somos más que los que quieren seguir en la cohabitación. 

El estado no solo colapsó en sus estructuras formales y en sus pilares éticos, este se encuentra absolutamente secuestrado por la corrupción y el Narcotráfico. Paralelamente se ha creado un estado profundo, que no es más que el conjunto de instancias no formales e ilegales que operan como un supra-estado, allí está el G2 cubano, las FARC, las fuerzas QUDS, CAMIMPEG y otros. 

A ese ecosistema criminal no se le puede pedir que retroceda en su afán de perpetuarse en el poder, el chavismo debe salir, y no es solo cambiar a unas mafias por otras, hay que desmontar el modelo y reconstruir a Venezuela desde sus cimientos y estableciendo un modelo que respete plenamente las libertades individuales, la propiedad privada y que se sustente en la justicia como forma de modelar la vida de los ciudadanos.

Douglas Rodríguez
Coordinador de Vente Venezuela en el estado Bolívar