Venezuela antes de que llegara el coronavirus ya estaba sumergido en una crisis sin precedente, sobre todo el sistema de salud, comprometido bajo la mirada indolente de un régimen que se ha propuesto acabar y socavar la vida del ciudadano en nuestro país. Tal vez no han comprendido que la salud es un derecho universal, que lo demás puede esperar, que la vida es frágil y que protegerla es un deber colectivo.
Sin embargo la verdadera realidad es arremeter sin piedad contra cualquier ciudadano que diga, se quejé o demuestre lo que verdaderamente pasa en el sistema de salud porque para ellos es más importante una mentira perpetua, podemos seguir con la insalubridad en los hospitales; sin mantenimiento, sin agua, sin electricidad, sin equipo médico, sin enfermeras, sin medicamentos y muchos corren el riesgo de morir sin la debida atención gracias a la falta de acercamiento por parte de las autoridades gubernamentales.
Asimismo muchas personas piden a Dios y al Universo no contagiarse con el coronavirus que ahora mismo azota a nuestro país, ya que acercarse a un centro de salud es quedar confinado a la soledad, por otra parte la crisis sanitaria que vive Venezuela se convierte en un problema de Salud Pública en medio de una crisis humanitaria compleja.
Obviar la responsabilidad total que tiene el régimen de Nicolás Maduro sobre la vulnerabilidad de la sociedad venezolana ante está emergencia y la destrucción de nuestro sistema de salud pública, es cero garantía y un afán intencional y control social, lo notamos cuando despiden, detienen y persigue a los médicos que denuncian la grave crisis institucional hospitalaria a nivel nacional.
Pues ahora con la pandemia encima, tanto el régimen como el gobierno (E), deberán afrontar con obligación moral y garantizar mediante programas, evaluaciones, contingencias, tomar las debidas medidas sanitarias para controlar el virus. Cuando todo esto pase el Sistema de Salud Pública deberá ser estudio de una constante evaluación para garantizarle al ciudadano la debida atención y la sostenibilidad en el tiempo.