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Desde hace años, los mismos venezolanos nos hemos quejado de que la corrupción abunda en la política, que los políticos son sucios y lastimosamente, gracias a algunos, eso ha sido en parte cierto. Nos cuesta considerar que un político está dispuesto a mejorar al país o que lo haga sin robar, pero también muchas personas han dicho que si fuesen ellos y se les da la oportunidad, también lo harían.

Ahora pregunto: ¿por qué justificamos estas acciones? Considero que si nos quejamos porque «la política es sucia», nosotros debemos tener coherencia y no justificar que alguien lo haga, ni menos pensar en hacerlo “si tuviese la oportunidad”.


No seamos parte de los corruptos, más bien hagamos que la corrupción se acabe. Cada vez que me preguntan “¿por qué te metiste en la política si es sucia? Para mí, es muy fácil responder que eso no es cierto, porque yo quiero acabar con la corrupción en la política y quienes la practican, no son políticos. La mejor forma de empezar es conmigo, siendo digna, honesta, transparente y al no aceptar ser parte de la ilegalidad. 


Para no ser un corrupto más, debemos comprender qué significa la palabra «corrupción» y el diccionario de la Real Academia Española la define como “comportamiento consistente en el soborno, ofrecimiento o promesa a otra persona que ostenta cargos públicos, o a personas privadas, a los efectos de obtener ventajas o beneficios contrarios a la legalidad o que sean de naturaleza defraudatoria”.


En otras palabras, también pienso que la corrupción aquí la alimentamos cuando aceptamos que por miedo a reclamar, perder un trabajo u otra cosa, nos quedamos callados y aceptamos las condiciones de los demás, a pesar que estamos conscientes que no está siendo honesto.

Es decir, también contribuimos con la corrupción cuando un jefe está haciendo deshonesto y “por ser tu jefe” no dices nada o aceptas sus condiciones para no perder tu trabajo o cuando estás haciendo una cola y dejas que una persona te quite tu lugar para “evitar problemas”.


Con esto quiero decir que si no queremos que haya corrupción, no seamos parte de la sociedad que abusa con tu tiempo y profesión; es decir, con tu vida. De igual forma, no abusemos con la vida de la otra persona, porque todos somos seres humanos y merecemos respeto.


Al corrupto lo debemos enfrentar, no unirnos a su juego.


Lisbeth Morales

Coordinadora estadal de Comunicaciones de Vente Distrito Capital

Tw: @LisMCh