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Detrás de la crisis que vivimos los venezolanos, hay muchos análisis que hacer de por qué llegamos a esto: falta de visión política, muy poco Estadismo en nuestros gobernantes, poca planificación fiscal, populismo, demagogia, entre otras. Pero hay algo que muy poco se dice y que ha tenido gran impacto en nuestra democracia, y es que la política en Venezuela se convirtió en un gran facturero vencido y pendiente por cobrar.

Leyendo y hurgando en lo que ha sido el quehacer político, nos encontramos con situaciones como las de Carlos Andrés Pérez, quien en su libro “Memorias Proscritas” habla de cómo hubo intentos por causar una lejanía entre el ex-presidente Bentancourt y él. “El odio de Alfredo Coronil Harmant es consecuencia de la inquina de su madre por no haber sido primera dama”, narra. Recordemos que la madre del abogado Alfredo Coronil contrae nupcias con el ex – presidente Betancourt en 1968 y en 1972 cuando regresa a Venezuela, en vísperas de la elección del candidato de AD para la elección de 1973, Rómulo se niega a ser candidato de nuevo y es electo candidato y presidente Carlos Andrés Pérez.

Perez describe cómo se realizó toda una campaña para alejarlo de Rómulo, solo por una factura personal que debían cobrarle. Otro enfrentamiento contra el ex–presidente Pérez tuvo su origen en una exigencia que hizo a su compañero de partido y antecesor de gestión presidencial Jaime Lusinchi, para que este último no se divorciara durante su mandato y así evitar que se casara con quien era su secretaria privada, Blanca Ibañez, lo que trajo como consecuencia una lucha intestinal por evitar que Pérez alcanzara la candidatura presidencial para los comicios de 1988.

Podemos revisar nuestra historia y conseguir muchos casos como estos, desde facturas de nombramientos que no se hicieron, hasta cuotas de poder no reconocidas. Estos dos ejemplos reflejan muy bien lo que ha sido una forma de hacer política: utilizar el poder para cobrar rencillas personales o favores realizados, odios intestinales como el de Marcell Granier contra Pérez en su segundo período, lo que profundizó la política anti partidos y el desprecio por la clase política existente y que desencadenó en la búsqueda del mesías, después de lo cual llegamos al chavismo, algo que terminó arrasando con él también.

«La política es la manera más excelsa de hacer la caridad y el servicio», fue la frase que le escuché decir una vez al entonces Papa Juan Pablo II, es por esto que debemos hacer todo el esfuerzo por botar y romper todo ese facturero que no significa impunidad, sino que debe garantizar justicia.

Jhankary Torres

@Jhankarytc