(Caracas. 16/09/2019) «Mi primer día a clases y mi mamá no me llevará» hoy no solo es una frase, es una imagen que vemos en los pocos niños que van camino a sus aulas de clases, frase que nos toca a muchos de cerca y que hoy en el primer día de este “Feliz regreso a clases” nos puso la piel de gallina.
El éxodo sigue tocando y destruyendo el núcleo familiar de cada familia venezolana, ya no solo es papá quien no está en casa, mamá también tuvo que salir para lograr tener los útiles para este nuevo año, los altos costos hoy en nuestro país no los cubre ya las remesas que manda.
No solo vi una escuela vacía, esa también estaba sin sus profesores, quienes también han decidido huir de esta crisis para sobrevivir, su realidad quizás es más cruel y macabra que la del resto de los empleados públicos del país, su incentivo para el retorno a clases fue de 2.000 Bs. S lo que hoy cuesta un pasaje para subir de Propatria a El Junquito.
Esto que se ve no es un “Feliz Regreso a clases” hoy los padres que aún siguen aquí deberán debatir en –tenemos para los pasajes, o compro un arroz. Si, así de ruda esta la crisis hoy en mi país, y quienes están afuera verán el rostro de sus hijos en su primer día a clases quizás en una foto, tras una pantalla.
Un régimen que quebró lo feliz que era iniciar nuevamente la escuela, porque su objetivo no es formar a estas generaciones, su objetivo es destruir todo aquel conocimiento que conduzca a un país libre próspero y desarrollado decía George Orwell en su libro 1984 “No habrá risa; no habrá arte; ni literatura ni ciencia; sólo habrá ambición de poder, cada día de una manera más sutil.” Este régimen de manera abrupta pretende quedarse en el poder.
Esta situación empeora, se agudiza la deserción escolar por falta de alimentos, materiales escolares y en algunos casos insumos médicos, y el éxodo en el país que aumenta ya papá y mamá se llevaron a sus pequeños del país, y esto no parara hasta que quienes hoy aún se discuten el sí emigrar en busca de un mejor futuro no vean un cambio real y tangible. Es el cambio de este sistema socialista que destruyo todo el aparato productivo en Venezuela y hoy afecta mucho más fuerte a la familia.
Wendy Ramírez