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De Juan Pablo García supe por primera vez cuando participó en las elecciones primarias de 2015 para la Asamblea Nacional, y la ganó. Yo no estaba muy activo en la política, sin embargo, a cada actividad de calle que se convocaba, asistía; generalmente solo, pero ya comenzaba a identificar caras, a escuchar que decían unos de otros entre la multitud, donde siempre estaba colado, apartando golpes de quienes se peleaban por estar de primeros tras la  pancarta, me parecía muy gracioso y a la vez bochornoso, a Juan Pablo nunca lo ví en esas andanzas; también estoy seguro de que no escuché nada negativo de él alguna vez, en esos cuchicheos entre políticos.

La primera vez que escuché un discurso de Juan Pablo, fue el mismo día que me integré a Vente Venezuela, el 14 de septiembre de 2016; ese día, María Corina Machado estaba en Maturín. Fue un discurso de fuerza, de ánimo y convicción, de valentía. Ese día, escuché tres discursos del diputado, en la alcaldía de Maturín, en Tropical (Punceres) y en Caripito; fue suficiente para saber que Juan Pablo era un gran líder, real, de carne y hueso.

En 2017, era común ver a Juan Pablo García gritar consignas en cada una de las manifestaciones que se dieron en Maturín; «¿Y quiénes somos? ¡Venezuela! ¿Y qué queremos? ¡Libertad!»; lo repetía unas tres veces y cambiaba a otra consigna. De verdad que la fuerza de su voz es prácticamente imposible de callar. Protestar al lado de Juan Pablo era toda una aventura llena de aprendizajes, lo cual agradezco infinitamente, puedo alardear de que he aprendido de los mejores, él es uno de ellos.

Han pasado ya casi tres años, y si pudiera revisar todo el material audiovisual de sus discursos desde ese 14 de septiembre de 2016 hasta hoy, estoy convencido que encontraremos una constante, coherencia y crecimiento. Sin duda, Juan Pablo se ha crecido como político, y como persona; en Monagas y en toda Venezuela. Me atrevo a decir que se convirtió en una fuerza indetenible, que junto a Vente Venezuela y María Corina Machado, está creciendo en cada rincón de Venezuela, voces liberales que son difíciles de callar.

Durante este tiempo, he sido testigo de que muchos discursos del diputado, mueven la fibra y el sentimiento de la gente. Risas, lágrimas, gritos, aplausos; es una mezcla de emociones que terminan en un mensaje de esperanza real, de fuerza, de que hay gente honesta trabajando por la verdadera libertad de Venezuela. Transmite su convicción a los ciudadanos, y su regocijo es siempre que su mensaje cale y sea aceptado por la gente. «Y díganle a sus familiares que están fuera del país, que aquí estuvo Juan Pablo García Canales, diciéndoles que vayan arreglando el cuarto de sus muchachos, porque prontico ellos van a estar arreglando sus maletas para regresar, porque la libertad está ahí mismo, a la vuelta de la esquina», ¿A quién no le dan ganas de seguir luchando por Venezuela después de escuchar esto?

¿Quién ha visto que hayan logrado callar a alguien que entre sus virtudes está el coraje, verdad, coherencia, fuerza y valentía?

A Juan Pablo García no lo calla nadie, no es su naturaleza aceptar la censura, porque en su discurso hay denuncia, hay reclamo, hay verdad, y a eso teme tanto el régimen criminal, como sus cómplices y colaboradores.

A Juan Pablo no lo calla nadie, porque su lucha es real; no lo calla nadie, porque en sus dos períodos parlamentarios no hay más que un ejercicio responsable y ético de la función pública.

A Juan Pablo el régimen no lo va a callar, porque desde el parlamento levantó la voz por todos los venezolanos, y grito al mundo que en Venezuela hay un Estado criminal, y así mismo mostró una ruta, la del coraje. No lo calla nadie, porque ya las fuerzas democráticas del mundo saben lo que tienen que hacer contra las mafias que secuestraron a Venezuela.

Doy fe de que a Juan Pablo García no lo va a callar nadie, ni el régimen, ni la falsa oposición, mucho menos lo van a detener en su lucha por la libertad de Venezuela.

«Y vayan preparándose en esta calle, porque aquí nos vamos a encontrar todos a gritar ¡Gloria al Bravo pueblo! Que el yugo lanzó, porque llegó la libertad de Venezuela. ¡Dios me los bendiga a todos!»; así finaliza sus discursos el diputado.