La mayor tragedia de Paraguana, un triste amanecer producto de la desidia y la falta de conocimientos desde que fue botado todo el personal especializado por el presidente anterior. Operadores, técnicos, ingenieros, con años de experiencia, para ser suplantados por personal no clasificado, pero inscrito en el partido con franela roja. Una fuga de gas que tenía varios días no fue detectada por los sistemas de seguridad ya que ninguno funciona por falta de mantenimiento, como ocurre con los generadores eléctricos del país, y por ello vivimos en constante apagones o con el agua o los hospitales o las carreteras etc.
Todo es un abandono total, siendo esta su política de estado. Este día, hace 7 años, cambio la brisa, lo cual permitió la acumulación de gas en los alrededores y vías principales, en horas de la noche personas que transitaban lograron visualizar una nube espesa que dificultaba la visión. Un estruendoso sonido despertó a toda la península de Paraguana, fue el inicio de la tragedia y de la improvisación. Lo primero que arrasó fue el destacamento N°44 de la Guardia Nacional, familias completas que convivían allí fueron literalmente desaparecidas, la misma historia en la contratista Puramin.
A su vez el eje de expansión se ubico a 10 cuadras a la redonda afectando sectores residenciales donde los ciudadanos deambulaban por las calles, desesperados, llenos de polvo producto de los derrumbes, aturdidos y ensangrentados con niños en brazos mientras se observaba como las llamas iluminaban el cielo Paraguanero en el cual la improvisación y cualquier intento por apagar las llamas era en vano. Las llamas eran incontrolables y fue con el paso de los días que pudieron apagarlas. Más de 300 muertos y un sinfín de heridos, cifras que fueron manipuladas y minimizadas, pérdidas incalculables a comercios y hogares.
El CRP, como se le conoce, formado por refinerías de Amuay y Cardón llegó a ser el patrón de refinación más grande del mundo. Hoy Amuay Trabaja al 10% de su capacidad, la producción bajo de 3.500.000 a 700.000 barriles de petróleo diarios desde el 2012. El país con mayores reservas del mundo y no hay gasolina, no hay gas domestico (gran parte de la población cocina en leña) a sabiendas que el 97% de las divisas entraban al país por concepto del petróleo, el mantenimiento y la inversión a PDVSA que nunca se dio. La tragedia de Amuay fue por consecuencia de ello, hoy se siente en todos los hogares venezolanos la realidad en la que fue sumergida la principal empresa de la nación.
Después de haber acabado con la industria y el agro, producto de expropiaciones indiscriminadas y un ataque constante a la empresa privada, ahora las refinerías convertidas en chatarras, sin las divisas necesarias para alimentos y medicinas, la FAO da que veintiún millones de venezolanos no tienen seguridad alimentaria y tres millones de niños desnutridos, un régimen sin conciencia social e irónicamente profesando. La revolución del siglo XXI moral y luces, decía el libertador Simón Bolívar; lamentablemente no encontramos eso en la Venezuela de hoy, sino todo lo contrario, un régimen que pareciera que esta carcomido por la ignorancia y el deseo de mantenerse en el poder a cambio del hambre y la sumisión de sus ciudadanos. Hoy después de 20 años no lo han logrado, por el contrario, hoy toda Venezuela está unida en la ruta del coraje hacia la libertad, se han quedado sin apoyo local e internacional. La providencia ha puesto en la historia a seres que la han cambiado hombres y mujeres. En Venezuela la nueva generación de líderes liberales con principios y valores, serán los protagonistas del cambio hacia la libertad, con la bendición de Simón Bolívar.