No quiero pertenecer al grupo de los de siempre, quiero ser parte de la nueva Venezuela; la de oportunidades, esa donde tu trabajo y esfuerzo son reconocidos con frutos de libertad y democracia.
Nuestra tierra ha perdido jóvenes, la generación de relevo. Por ellos salgo a la calle las veces que sea necesario. Quiero permanecer en ella hasta que caiga la tiranía. Esas vidas perdidas no pueden quedar en vano, su sangre derramada es el sacrificio por nuestro futuro.
Debemos conquistar la democracia. Por ellos, por los que están fuera de nuestras fronteras. Darle la importancia a cada una de las acciones tomadas por esa ciudadanía que pide a gritos libertad.
Para esto debemos hacer un trabajo impecable, para recuperar esos valores perdidos, para formar nuevas y buenas personas que serán los responsables de la construcción de nuestra Venezuela. Dejar a un lado esos intereses únicos y convertirlos en lo que el ciudadano quiere y mostrarle que para lograrlo se debe tener libertad de pensamiento, libertad de decisión.
Creo que es posible convertirnos en una potencia. Lo tenemos todo para obtenerlo: ganas, ingenio, conocimiento, vocación. Muchos lo tenemos, la mayoría. A ese grupo sí pertenezco.
Es aquí, es ahora.