No hay venezolano al que no le pase por su mente la urgencia de salir de esta tragedia a la que el socialismo nos ha sometido. Hambre, escasez, muerte, destrucción, miseria y tantas vicisitudes que a diario vivimos nos hacen tener la certeza de que estamos tarde para salir del régimen de Maduro.
Miles de personas han dedicado sus últimos 20 años de vida a conducir las estrategias que le darán punto final a esto. Se han planteado las formas más verosímiles e inverosímiles. Desde cacerolazos, marchas, protestas, trancas y vigilias hasta -tuvimos el infortunio de vivirlo- seguir a un señor que nos mandó a escuchar salsa para protestar.
Los ciudadanos lo hemos dado todo y hecho todo para alcanzar nuestra libertad.
Hoy, al cabo de 20 años de tropiezos y aprendizajes, todos sentimos que estamos a punto de salir de la pesadilla; ahora, la pregunta es ¿cómo?, yo considero que los ciudadanos tenemos dos opciones: con justicia o con impunidad. Y tenemos que presionar para que la dirigencia política apueste a la primera de ellas.
Se han tejido diferentes escenarios que bajo el esquema de “concentración, diálogo, encuentro y despolarización”, de alcanzar la salida, producirían impunidad en altos niveles. Personas sancionadas por organismos internacionales encontrarían un camino para librarse de culpas, aquellos que estén siendo acusados de corrupción tendrían una ventana para escapar de las acusaciones; incluso, todos aquellos que han violado nuestros derechos humanos encontrarían bajo este esquema un salvoconducto que les permitiría salir airosos después de haber infligido tanto dolor a nuestro país. La única reconciliación que se plantea desde este ámbito es entre cogollos y no con los ciudadanos.
La otra vía, a través de la justicia como bandera, lejos del extremismo y el revanchismo, garantiza que aquellos que nos han destruido la nación paguen lo que deban pagar. Este método lo encontraremos apostando a la participación de organismos internacionales que busquen cesar la usurpación y buscar una nación de crecimiento y desarrollo. Instituciones que, con probada data y ejercicio, nos ayudarían a reinstitucionalizar el país y devolver con ellas la confianza al ciudadano. En este escenario, para nada se plantea venganza, al contrario, se busca que la justicia nos dé el marco para poder garantizar la reconstrucción del país a través de verdaderos procesos de integración, a través de la verdadera reconciliación del venezolano; reconciliación entre familias, vecinos, amigos y juntos hacer renacer la nación.
La justicia permite dar paso a la seguridad, al desarrollo, a la libertad.
La justicia es la verdadera garantía de paz. Tengamos los ojos abiertos y sepamos diferenciar las propuestas y con quiénes planteadas. Yo quiero justicia.
@Javier_Chirinos