Hoy 16 de marzo de 2019, se convoca nuevamente a marchas a nivel nacional y los venezolanos tomamos nuestras gorras, franelas y banderas de Venezuela para salir a protestar, o más bien DRENAR, en reencuentro con nuestros vecinos y amigos el tenebroso apagón nacional del pasado fin de semana.
Es triste ver y escuchar la celebración y alardeo general de sentirnos poderosos por haber logrado sobrevivir y haber resistido, después de tremenda catástrofe inducida. Apagón por más de 100 horas que paralizó nuestras vidas: sin energía eléctrica para tratamientos médicos, sin medicinas, sin puntos de ventas ni efectivo para comprar a precios irracionales hielo, comida y agua, producto de la hiperinflación. Sin gasolina para movilizarnos o aparatos que permitieran auxiliar o saber del estado de familiares y amigos, en pocas palabras, SIN VIDA.
Parece que el objetivo se ha concretado a SOBREVIVIR y RESISTIR en lugar de EXIGIR un CAMBIO para mejorar nuestras condiciones de vida.
Hasta cuándo debemos seguir mostrando a los líderes la fuerza ciudadana que siempre se ha manifestado y desbordado desde 2014, hasta cuándo darle largas a esta tragedia, cuántos muertos, cuantos enfermos físicos y emocionales, cuanta pobreza más debemos resistir para que nuestros líderes tomen la decisión de invocar el artículo 187#11 de la Constitución que permita cortar de raíz la causa de todos estos males.
Solos no podemos, y por culpa de la gran penetración cubana en todos los sectores del poder de Venezuela. La FAN reprimida y amenazada y los ciudadanos cada vez más desgastados y pobres. Hasta cuándo hay que esperar para que entiendan que el tiempo le ofrece capacidad de maniobra e inventiva al régimen además de disminuir nuestras capacidades. Toda decisión implica un riesgo pero después de 20 años de destrucción, es hora de corregir errores, tomar decisiones valientes y salvar a Venezuela.