Aceptemos, es necesario avanzar para superar la dictadura socialista. La solución reside, hoy, en los artículos 233, 333 y 350 constitucionales.
Al fracasar las distintas jornadas del consabido diálogo, a tal punto que desprestigiaron el término, conocemos muy bien las fórmulas empleadas. Remedio que empeoró la enfermedad, cada elección realizada – regional, presidencial y municipal – reconfirmó la naturaleza y vocación del régimen, por lo que no debemos esperar que repita la gesta de “derrotar” a las grandes mayorías.
De acuerdo al calendario constitucional, sujeto a las ocurrencias ordenadas al artefacto constituyente, debemos celebrar los comicios parlamentarios en 2021, ocasión cercana y lejana a la vez. No quisiéramos pensar en el lado oculto de a Luna y el sorpresivo hallazgo de la China que posó un módulo en él: la ilusión y pretensión de algunas individualidades y partidos políticos venezolanos de concurrir a esos comicios, salvándole hoy el pellejo político a Maduro Moros, así fuese por las pocas curules que atribuirán a un supuesto péndulo democrático en la órbita legislativa.
No quisiéramos pensar, pero lo pensamos, pues, luce más cómodo, libre de todo riesgo, hacer el papel ornamental que la presunta oposición protagonizó en la socialista Europa Oriental, conforme con un reducido porcentaje en el parlamento de latonería y pintura. Obviamente, rechazamos tal posibilidad que significaría perder la República misma.
Convengamos, no es posible retroceder más frente al madurato (& asociados). Por cierto, tardarán mucho en llegar las fotografías del módulo lunar de los chinos.
@luisbarraganj