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(Los Salias. 26/10/2018) Atrapados en una pesadilla marcada por una dictadura que se consolida y una economía en pleno colapso, los venezolanos han sido convocados a ir a las urnas nuevamente con el fin de elegir a los concejales de cada municipio. Las elecciones de diciembre 2018 son una farsa electoral.

Desde hace un tiempo prudencial como venezolanos hemos tomado una postura clara y contundente, en dictadura cualquier tipo de elección es un fraude cantado y este le da más oxígeno a la dictadura. El sistema electoral en Venezuela desde 1999 viene bajo la tutela de las mismas personas, un hecho que ha traído bastante repercusión a nivel político y social. Se ha podido evidenciar claramente que a través de la empresa “Smartmatic” las personas que manejan el Consejo Nacional Electoral (CNE)  han venido cometiendo fraudes en reiterativas oportunidades.

La empresa Smartmatic lanzó una “bomba noticiosa” el 2 de agosto de 2017 cuando declaró que sin lugar a dudas en las elecciones de la Fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente (ANC), realizadas el domingo 30 de julio, hubo manipulación del dato de participación. Desde la dirección de Smartmatic, se aseguró que la diferencia entre la cantidad anunciada -por el CNE- y la que arroja el sistema es de al menos un millón de electores, evidenciando la fractura de la dictadura. En este sentido ya no hay un factor sorpresa en las elecciones que se realizan en Venezuela, es un candidato y los demás a su alrededor, aunque la votación sea masiva o no por el contrario el fraude ya está cantado.

Actualmente la comunidad internacional se ha mantenido firme ante las acusaciones de la dictadura al no reconocer ninguna elección con el mismo sistema, porque es ilógico seguir creyendo que se puede hacer el papel de demócratas con estas personas. Tenemos que dar respuesta a la falta de democracia en Venezuela, y no podemos ser indiferentes.

En los últimos años, Venezuela ha cambiado el proceso para que las visitas externas estuviesen totalmente controladas por el régimen, que ahora pasea a los observadores en las farsas electorales sólo por aquellos puntos que ellos quieren que sean vistos, en vez de permitir que éstos establezcan sus propios sistemas de observación que les permita poder certificar que las elecciones estuvieron libres de fraude.

Por tanto, las elecciones en tiempo de dictadura no tienen sentido alguno, en el Municipio los Salias se insiste en que se debe defender el municipio, pero en realidad se está convalidando a la dictadura. La ruta es clara y la solución es la caída de la dictadura, el 16 de julio de 2017 se dió un mensaje claro por parte de la sociedad, se quiere salir del régimen cueste lo que cueste.

En Venezuela no vamos a caer en el juego de la dictadura, como decía Stalin: «No importa la cantidad de votos, lo único importante es quien los cuenta», las dictaduras funcionan así.

#EnDictaduraNoHayElecciones

@MBorsegui