Conceptualmente significa el momento o espacio donde los valores pasan de un estado continuo a otro nuevo, situación que está acaeciendo en Venezuela.
Este punto comenzó en abril de 2017 en Villa Rosa – San Félix, estado Bolívar, cuando de manera espontánea, los ciudadanos cansados, no escuchados se rebelaron contra un régimen nefasto que desfilaba cínicamente y vilmente escoltado frente a las necesidades de una comunidad que no se resigna a seguir pisoteada, humillada, ni maltratada.
Un año después de ese histórico hecho, la Isabelica en Valencia, se manifiesta en la calle, a cielo abierto, sin miedo, con firmeza y con la SABIDURIA ANCESTRAL del bravo pueblo venezolano que dice ya basta a tanta calamidad junta, a tanta ineficiencia, a tanta corrupción y a tanta degradación.
Siempre he pensado y lo he manifestado que la fuerza de nuestra lucha esta en las barriadas populares, es decir, está en los más afectados por este plan maquiavélico de destrucción nacional: Villa Rosa en San Félix, Isabelica en Valencia, Santa Rosa en Maracaibo, 23 de Enero en San Cristóbal, Cruz Verde en Coro, Catia- El Valle- Petare en Caracas, en conclusión en la gente decente y trabajadora de Venezuela, a quienes el régimen alevosamente llama chavistas.
Después de 20 años, los habitantes de nuestros sectores populares han entendido la estrategia de destrucción y sumisión implantada por los delincuentes oportunistas del régimen mediante la represión y la manipulación mediática para quienes la piñata de “ bonos” mediante el Carnet de la Patria, las dadivas en cajas de comidas importadas y vendidas, el desvío de las misiones como el parto humanizado donde a las adolescentes se les “ayuda” económicamente en lugar de orientarlas en los ciclos de la vida: preparación para un oficio, para una profesión o para un hogar productivo, donde la imposición de un nuevo salario que no llega (estamos trabajando FIA’O) cuya finalidad es eliminar definitivamente a la pequeña empresa, la instalación de un nuevo cono monetario o eliminación de cinco ceros, no representa ninguna solución ante una hiperinflación de más del 220 % mensual , en un país sin producción, sin respeto por las leyes, sin ética en sus gobernantes y con un poder judicial lleno de mafias más delincuenciales que los procesados por delitos menores.
Es hora que los lideres canalicen y orienten esas manifestaciones populares, esa fuerza ciudadana que se mantiene de pie a pesar de la pérdida de sus seres queridos por falta de medicinas, por inseguridad, por hambre o porque se fueron del país, el país clama por la unión y el acuerdo nacional que nos permita alcanzar el objetivo: SALIDA COMPLETA DEL RÉGIMEN.
June Herrera