Hoy los venezolanos estamos inmersos en una crisis sin precedentes en nuestra historia, destrucción y devastación como cuando nuestro país salió de la Guerra Federal a mediados del siglo XIX; pero hoy en día, no hay dos bandos de venezolanos enfrentados, no hay un país partido en dos mitades similares, lo que hay es un país secuestrado por una banda organizada del crimen internacional conjurada a la destrucción de la nación venezolana para convertirla en un territorio donde mande la lógica de las mafias y la criminalidad.
Pero esta dictadura no tiene solamente el brazo criminal, también tiene un brazo comunista que pretende instaurar una forma de estado comunal que aboliría por completo la forma republicana en la que ha estado compuesta la nación, es por eso que Venezuela es el ensayo de la más abominable combinación entre una multinacional del crimen y la mafia junto a las pretensiones comunistas de quienes hoy tienen secuestrado el poder político en Venezuela.
El macabro plan de la destrucción integral que va desde la economía, pasando por la infraestructura del país también incluye la expulsión de más de 2 millones de venezolanos de su país es la forma en la que Estado criminal pretende avanzar hasta la destrucción total del país, y abolir la nación venezolana y con esto, convertir a Venezuela oficialmente en un centro de operaciones que pondría en riesgo la desestabilización del hemisferio occidental dentro del propio hemisferio occidental.
Es por eso, que la salida de Nicolás Maduro del poder no es simplemente la salida de un mal “gobierno” que lo hizo mal, eso es banalizar a la dictadura, salir de Nicolás Maduro es vital no solo para los venezolanos, si no para occidente entero, debido al riesgo que supone la permanencia de un régimen totalitario que es abiertamente anti-occidente.
Para los venezolanos supone, el exterminio no solo de nuestra nación, si no de nuestras propias vidas, niños que nacen condenados a muerte, adultos que pueden morir de cualquier enfermedad, ancianos muriendo de mengua, y todos expuestos a las más peligrosas enfermedades, muchas de ellas habían sido erradicadas, aunado a la mayor crisis de alimentación vista en América Latina, no es casualidad, es parte de su macabro plan.
Hoy, los venezolanos y el hemisferio se enfrentan ante el mayor de los desafíos del siglo XXI: un híbrido entre el crimen internacional y el comunismo, los espacios para las medias tintas se agotaron; al mundo le toca tomar la batuta junto con los venezolanos hasta lograr la derrota de este régimen.
Al mundo le toca, presionar, asfixiar, aislar ,acorralar y avanzar hasta la salida de Nicolás Maduro, a los venezolanos que están nos toca, reorganizarnos, avanzar junto a los que tengamos que avanzar en una misma ruta, protestar, resistir y desobedecer al régimen.
El poder se sostiene en la obediencia que tengamos sobre el régimen:
Venezolano, desobedece y rebélate, que juntos vamos a lograrlo.
@JuanFreites