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La representación del partido de la libertad en Roma, encabezada por Alberto Sotillo, participa en la discusión de la instancia internacional en Bruselas sobre la violación de DDHH en Venezuela

(Bruselas. 07/09/2018) El coordinador de Vente Venezuela en Italia, Alberto Sotillo, participó este jueves en la discusión del Parlamento Europeo (PE)  sobre la violación de los derechos humanos en Venezuela. El dirigente del partido de la libertad tuvo una intervención en la que aseguró que en Venezuela hay un Estado criminal que propicia un genocidio.

El encuentro se desarrolló entre el Departamento de Política del PE, la comisión de DDHH y la delegación eurolatinoamericana del parlamento, y la intervención del representante de Vente Venezuela tuvo lugar gracias a la aceptación de un informe sobre María Corina Machado y el partido de la libertad, entregado el mes pasado.

Sotillo expresó la importancia de reconocer que los DDHH, como derechos universales del hombre, están por encima de los derechos de un Estado, sin que esto se confunda o se considere una injerencia en el país.

En este sentido, hizo un llamado a la comunidad internacional: “Todos aquellos que se mantienen inertes por la comodidad y conveniencias políticas, recuerden y vuelvan a ese sentimiento primario de trabajar incansablemente por alcanzar el bienestar común de todos los pueblos”.

Además, el representante de Vente Italia explicó que la crisis venezolana no se limita al territorio nacional, sino se extiende fuera de las fronteras del país, siendo considerada ya una situación de emergencia hemisférica.

“Si no fuese por la violación masiva de nuestros derechos humanos, hoy no seríamos 4 millones de refugiados diseminados por el mundo, y cada vez seremos más; todo, para huir de eso que hace tiempo que dejó de ser un gobierno, eso que hizo trizas nuestro contrato social y terminó convirtiéndose en una empresa criminal”, argumentó.

 

A continuación, la intervención completa de Alberto Sotillo en el Parlamento Europeo:

 

Honorables miembros de esta comisión, hoy este servidor perseguido no estaría frente a ustedes si en mi país, Venezuela, existiera el Estado de Derecho. Represento a los venezolanos legítimos a través del movimiento Vente Venezuela y la alianza Soy Venezuela. Si no fuese por la violación masiva de nuestros derechos humanos, hoy no seríamos 4 millones de refugiados diseminados por el mundo, y cada vez seremos más; todo, para huir de eso que hace tiempo que dejó de ser un gobierno, eso que hizo trizas nuestro contrato social y terminó convirtiéndose en una empresa criminal.

Lo que una vez ustedes desde este recinto solían poder llamar Gobierno abiertamente, comenzó a montar un andamiaje paralelo a la Constitución, aumentó progresivamente el uso de su fuerza y sistematizó el terrorismo de Estado a través de diversos mecanismos de control social que ya les son familiares desde hace 50 años. No es algo ajeno lo que les digo, tenemos la experiencia en el mundo y en la región con nuestro hermano oprimido, el pueblo cubano. Es nuestro compromiso detectarlo a tiempo y debemos actuar en consecuencia para prevenir el sufrimiento innecesario de nuestros pueblos, como ocurre ahora en Nicaragua. No podemos simplemente obviar la experiencia de estos modelos por tratarse de un país distinto, es el mismo modelo criminal ejecutándose en otro territorio.

Hoy, los problemas de Venezuela dejaron de afectar sólo a los venezolanos, nuestra crisis se ha inyectado en las venas de toda la región y ha colapsado todos los sistemas de nuestras fronteras más cercanas. Venezuela se desangra, señores, con sus hijos buscando refugio en cualquier país que los acoja y les brinde al menos la oportunidad de sobrevivir fuera de las garras de este monstruo que quiere despojarnos de nuestra dignidad para poder finalmente perpetuarse en el poder, burlándose del mundo con mentiras, como lo han hecho durante estos últimos años.

Ese pueblo noble, mi pueblo, precisa de una auténtica voluntad de respaldo y compromiso con los derechos humanos, eso que mantiene a muchos buscando y proponiendo soluciones asertivas que deben concretarse, como el canal humanitario. Se deben concretar esas soluciones para que podamos regresar y dar paso al progreso, al bienestar y la sostenibilidad. Para que se pueda avanzar y hacer justicia en honor a nuestros hermanos asesinados, como Oscar Pérez, David Vallenilla y tantos cientos que podría nombrar durante al menos una hora; para liberar a todos los presos políticos torturados, como Caguaripano, Lorent Saleh y tantos otros que existen y que quizá no hemos escuchado. Para que los políticos, como el diputado Requesens, que mantienen aislado de su familia; María Corina Machado, con prohibición de salida del país y persecución del régimen y el resto de quienes trabajan comprometidos por la libertad de Venezuela, no sean encarcelados, perseguidos y señalados como terroristas por los verdaderos criminales.

Y es así, que con todo respeto y humildad concluyo recordando que  los derechos humanos, como derechos universales del hombre, están por encima de los derechos de un Estado o soberanía geográfica. En consecuencia, no se puede considerar injerencia a la soberanía de un país cuando defendemos los principios, valores y dignidad como derechos fundamentales del hombre. Le pedimos a todos aquellos que se mantienen inertes por la comodidad y conveniencias políticas, que recuerden y vuelvan a ese sentimiento primario de trabajar incansablemente por alcanzar el bienestar común de todos los pueblos, motivos suficientes fueron estos para reunirse en ocasión de suscribir y concebir la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Señores, mientras cuidamos una posición, mi pueblo muere, los jóvenes dan su vida por justicia, por libertad y los que no, son zombies caminantes en una carretera en un país hermano. Venezuela es un país secuestrado por noble. Soy venezolano con orgullo y autenticidad, se acerca «el día después» y comenzaremos de cero a organizar con nacionalismo el progreso y desarrollo sostenido en libertad, en democracia, pluralidad social y sobre todo, culturizando al pueblo para que sean ciudadanos con nacionalismo.