Hoy vemos como la crisis del transporte se agudiza cada vez más y las autoridades responsables de garantizar este vital servicio no hacen nada para resolver este problema.
La solución es sencilla, darle prioridad a la compra de repuestos y cauchos, para poner a los autobuses de las cooperativas privadas, que están parados por falta de repuestos, y a las unidades de trasporte públicos, abandonadas por la desidia oficial, a funcionar.
Pero algo tan simple no se hace, pues las prioridades del régimen son otras. Financiar una farsa electoral que costó miles de millones, seguir importando alimentos de tercera calidad para las cajas CLAP, negocio redondo para los líderes de la revolución y pare usted de contar.
Las necesidades del país no son las más importante a la hora de fijar las prioridades, lo importante para quienes manejan el dinero del estado son sus intereses económicos, personales y políticos; esto es lo que en realidad fija el rumbo de sus decisiones.
Lo primero es ver como se benefician y como benefician a los suyos, y luego cómo agudizan el control social para mantenerse en el poder. Para ellos los ciudadanos son solo invitados de piedra. Los cuales son usados por la propaganda oficial, cuyo poder de decisión ha sido sustituido por un sistema sectario de representantes escogidos por el PSUV. No está de más recordar que la elección de estos supuestos “representantes populares” de la revolución del Siglo XXI, cuyo lema es ser participativa y protagónica, no le es consultada a la población.
Sólo ellos participan, pues si no eres chavista no puedes ser electo, el protagonismo se reduce a tener representantes del PSUV que hablan por ti. Estando así las cosas, solo veremos como la destrucción del sistema de transporte público avanza, mejor empezamos a ahorrar para comprarnos nuestro burrito y volver a la Venezuela rural del siglo XVIII transportándonos en el lomo de estos nobles animales, retrocediendo en el tiempo a eras ya superadas. “¡Que viva la revolución!” y como decía CHÁVEZ “¡con hambre, desnudos, descalzos pero con la revolución!”… que nos está matando.