Así se mueve la economía venezolana, debido a la paralización del aparato productivo desde su nivel primario y a la deficiente distribución de los pocos artículos elaborados en Venezuela que no llegan a los anaqueles de los comercios, mientras nos saturan de productos chinos, nicaragüenses, mexicanos de baja calidad, elevados precios y con sabores y presentaciones contrarios a nuestra tradición de consumo.
Los Dádivas Gubernamentales, beneficio implantado desde noviembre 2017 por la cercanía electoral presidencial, es exclusivo para las personas que poseen el carnet de la patria por un monto que solo les permite la adquisición de aproximadamente un (1) kg de un solo producto de la cesta básica (queso, arroz, grano o pasta) una vez al mes, ayuda que desaparecerá una vez legitimado el régimen nefasto que dirige Venezuela, incrementando los niveles de pobreza de los ciudadanos venezolanos.
Las Remesas Familiares, apoyo económico suministrado por algún familiar (que emigró del país para enviar algo de divisas a su gente) a fin de palear la incontrolable inflación, reconocida como hiperinflación por les expertos desde Octubre 2017 pero que los consumidores sentimos desde hace más de cuatro (4) años, cada vez que realizamos las compras de bienes y servicios, tales como: alimentos, medicinas, educación, transporte, vivienda, repuestos, entre otros, lo recibe un pequeño porcentaje de la población
Las dos alternativas anteriores generadas por el modelo económico implantado desde hace 20 años en Venezuela, representan una gran distorsión económica que perjudica aún más la precaria situación de la desaparecida clase media y la aplastada clase popular quienes a pesar de contar con empleos formales, su remuneraciones no les permite sobrevivir convirtiendo a nuestra clase trabajadora, altamente preparada, en ciudadanos desnutridos, desmotivados, humillados, desesperanzados e indignados al ver que unos pocos privilegiados, sin trabajar, “solventan” momentáneamente su situación económica y cancelan a precios irracionales los pocos bienes y servicios ofertados por el mercado.
¿Dónde quedó lo hecho en Venezuela?, ¿Dónde quedó nuestro valor al trabajo y al emprendimiento?, ¿Dónde quedó el derecho de satisfacer nuestras necesidades a través de una oferta variada de productos venezolanos, de elevada calidad, de precios competitivos y manteniendo nuestros sabores y costumbres venezolanas con niveles de exportación?
Es urgente la recuperación de la República, es urgente la ayuda humanitaria, es urgente la recuperación de los principios y valores, es urgente el cambio de modelo económico, es urgente recuperar lo hecho en Venezuela, es urgente recuperar la infraestructura pero lo más importante es urgente la reactivación ciudadana.
June Herrera
Gestión Pública Falcón