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Los venezolanos  siguen gritando por doquier que quieren cambios. Y mientras esto ocurre vemos que desde el régimen se hacen los sordos y desde un sector de la oposición cunde el desinterés.

El cambio que Venezuela necesita es uno que esté dirigido a la transformación económica.

Ninguna nación podrá surgir y avanzar con una política estatista y de expropiación. Ahuyentar el capital privado, aprisionar y asfixiar la iniciativa particular y el cercenamiento de libertades políticas, económicas e individuales son el abono para la destrucción.

El cambio que se genere debe ser político. Un país que no esté dominado por una visión liberadora y a la vez integradora no tendrá la fuerza suficiente para edificar los cimientos de la estabilidad política.

Mientras que aquí sigan las detenciones arbitrarias e ideológicas, las elecciones amañadas o barnizadas por escándalos, mientras se plantee la hegemonía de un sector sobre el otro, jamás se alcanzará el objetivo de la construcción de una Venezuela realmente fuerte y dinámica, con proyección de futuro.

Y este es otro de los cambios que necesitamos. Venezuela debe vivir en libertad para poder florecer desde todos los puntos de vista.

El cambio debe ser social. Los venezolanos deben ser conceptualizados como seres libres y en el pleno uso de sus libertades y de derechos fundamentales que gozan como ciudadanos.

Si prosigue la política del hambre, del soborno social a través de una bolsa de comida, el ser humano pierde su libertad y con ella la oportunidad de ser agentes de transformación positiva para las sociedades del mundo.

Y el cambio más importante de todos es el cultural.

El país debe mirar lo que es actualmente, lo que sus ciudadanos hacen, piensan y sueñan, para emprender un cambio sostenido de paradigmas.

Somos cada uno de nosotros que debemos asumir nuestro papel de promotores del cambio, iniciando al transformar nuestra relación personal con el Estado.

No podemos seguir esperando las migajas que caen del plato de aquellos que llamaremos en este artículo lo “señores de rojo”, todos los venezolanos deben comprender que son dueños de sus propios destinos, y que con su trabajo y dedicación podrán erigir el futuro que ellos mismos aspiran para sí como para sus familias.

Además, el cambio debe ser en la casta política venezolana. Quienes nos oponemos al régimen de Nicolás Maduro no podemos seguir cometiendo las mismas pifias, y cayendo en los mismos agujeros de siempre.

Es hora de rectificar. Cambiar acciones, tácticas, estrategias y conductores.

Es el momento de dar un viraje y dejar de jugar a la reacción sin visión. Es la oportunidad de hacer las cosas diferentes para alcanzar las metas que nos proponemos.

Cambiar no es simplemente una palabra, es un compromiso para con la nación.

 

@wcaballerolopez