Estas líneas están dirigidas a los factores de la Unidad Democrática, y sobre todo a aquellos que siguen empeñados en plantear la lucha por el cambio venezolano bajo conceptos o preceptos equívocos.
Tenemos que partir de dos puntos fundamentales:
1-. Nosotros sí somos demócratas: Quienes conformamos la oposición militante y decidida al régimen de Nicolás Maduro somos hombres y mujeres que creemos en la democracia, que apostamos a la ciudadanía y estamos convencidos que la participación de la gente es fundamental para alcanzar los objetivos de redemocratización del país.
2-. Quienes gobiernan no son demócratas: Los actuales inquilinos del poder no creen en la democracia, no creen en elecciones y menos cuando saben que tienen todas las de perder. Ellos desean a como dé lugar mantenerse en el coroto, así esto cueste lo que cueste, tanto para ellos como para la nación entera.
Recordado estos dos puntos, sigamos. Los demócratas tenemos que estar activos, realizando acciones democráticas, libres y pacíficas para presionar la materialización de elecciones.
Una sociedad movilizada es esencial para evitar el radicalismo del oficialismo.
Ya hemos visto como a través del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y mediante otros órganos institucionales como el Consejo Nacional Electoral (CNE), el régimen busca atornillarse en el poder y violentar los principios constitucionales de la república.
¿Entonces, cómo poder hacer frente a un Estado secuestrado y claramente antidemocrático? Sencillo: Primero, tenemos que estar unidos, no desde una óptica plenamente electoral, sino bajo los esquemas estratégicos y tácticos para converger desde el principio hasta el final de esta justa por la liberación nacional.
Segundo, tenemos que estar organizados y movilizados. Tenemos que luchar en todos los frentes democráticos y civiles para alcanzar el objetivo del cambio de gobierno y de sistema político dentro de la nación.
En tercer lugar, debemos rechazar en todo momento y en todos instantes las insinuaciones y acciones veladas del régimen que únicamente buscan perder tiempo.
Hemos visto que los llamados al diálogo son estratagemas empleados por el Gobierno para ganar tiempo, para desenfocar a los factores democráticos y para engatusar a los pocos en el mundo que se dejan manipular o engañar por las artimañas de Maduro y sus compinches.
Finalmente, cada uno de los factores democráticos, ya sean partidos políticos movimientos sociales, representaciones de los gremios o asociaciones que aglutinan diversos ciudadanos con intereses comunes, deben ser llamados a la unificación de criterios y acciones para construir entre todos esa Venezuela de libertad que nos han estado robando desde hace 18 años.
Si entendemos los puntos ya mencionados anteriormente entonces sabremos qué hacer a continuación; si por el contrario no lo asimilamos, bueno, continuaremos cometiendo los mismos errores.
@wcaballerolopez