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Este 17 de diciembre se conmemoran 186 años de la muerte del Libertador Simón Bolívar. Su representación simbólica ha sido utilizada a diestra y siniestra por muchos políticos, académicos e ideólogos de Latinoamérica, y ciertamente su país natal no escapa de ello. En los últimos 18 años, el régimen, autodenominado “bolivariano”, ha exacerbado el culto a esta figura, haciendo énfasis en los discursos belicistas de la Carta de Jamaica, el Decreto de Guerra a Muerte y el Discurso de Angostura. A pesar de los logros y el heroísmo que implica Simón Bolívar, desde la Coordinación Nacional de Formación de Cuadros de Vente Venezuela, coincidimos en la necesidad de proponer a la ciudadanía otras figuras ilustres de nuestro país, que han promovido incluso la civilidad, la libertad y el libre comercio.

José Antonio Páez  

José Antonio Páez Herrera, nació en Curpa, estado Portuguesa, el 13 de junio de 1790. Viene de una familia de origen canario, muy humilde y numerosa. Entre los años de 1810 y 1813 pertenece al escuadrón de caballería dirigido por Manuel Antonio Pulido, para pelear contra el gobierno español. El 20 de enero de 1819, es ascendido a General de División en San Juan de Payara y ganó una de las batallas más legendarias: ‘Las Queseras del Medio”, del 2 de abril 1819, venciendo al teniente coronel Narciso López utilizando una de las más famosas táctica conocida históricamente como fue “Volver caras”. Comandó la Primera División en la Batalla de Carabobo el 24 de junio de 1821. El 11 de agosto de 1822, derrota a las fuerzas españolas a las órdenes de Francisco Tomás Morales en la Batalla de Naguanagua. Páez estrecha el sitio de la plaza en 1823 y el 7 de noviembre toma por asalto las últimas posiciones realistas en la ciudad.

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Se le conoce por liderar el movimiento “La Cosiata”, que surge de las irreconciliables diferencias entre centralistas y federalistas durante la época y que condujo a la inminente separación de Venezuela de la entonces República de Colombia. Páez fue reconocido como Jefe Superior Civil y Militar de Venezuela en 1830, lo que se tradujo en su nombramiento como Presidente Provisional y marcó el inicio de una nueva etapa para el país, a partir de la Constitución aprobada en septiembre de ese año.

Páez trató de mejorar la economía del país mediante la liberalización del mercado, la incentivación del comercio y la reforma de las aduanas para así obtener mayores ingresos. El 13 de julio de 1867, el gobierno de Venezuela le expidió el diploma que lo acreditaba como Ilustre Prócer de la Independencia Suramericana y muere el 6 de mayo de 1873 en la ciudad de Nueva York. Sus restos fueron repatriados y se encuentran sepultados en el Panteón Nacional, desde el 19 de abril de 1888.

Laureano Vallenilla Lanz

Laureano Vallenilla Lanz (1870-1936) escritor, periodista, sociólogo e historiador, fue uno de los principales representantes del pensamiento positivista venezolano. De adolescente comienza a dedicarse de lleno a la escritura y el periodismo. En 1889 escribe en las páginas del periódico La Nueva Era. Para la década de 1890 comienza a ejercer cargos de la administración pública. Sin embargo no desatiende la escritura; textos de historia y de política, siendo Venezuela el escenario, aparecen entre 1898 y 1899 en periódicos caraqueños como El Ciudadano, El Monitor Liberal, El Tiempo, La Linterna Mágica, El Pregonero y, especialmente, en la revista El Cojo Ilustrado.

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El mes de octubre de 1911 marca un hito especial en su carrera. Publica entonces, dos ensayos que se cuentan entre los textos más importantes de su obra y que suscitan una verdadera revolución en las ideas históricas y políticas del momento: El gendarme necesario y La guerra de independencia fue una guerra civil.

Fue el primero en señalar el carácter de guerra civil implícito en la contienda contra la Corona Española por la independencia la teoría del caudillismo; el carácter local del proceso independentista venezolano confrontado con el de otros países de América Latina y el papel que jugaron los partidos históricos en el siglo XIX republicano. Indudablemente que las ideas sociales del positivismo y el pensamiento político de Laureano Vallenilla Lanz han perdido su vigencia en el contexto del pensamiento venezolano. Sin embargo, dejaron una huella profunda en los principales espacios académicos del país, su pensar configuró un nuevo paradigma que cambió las nociones de la historia venezolana.

José María Vargas

Médico, científico, escritor y político. El doctor Vargas fue un ejemplo de civilidad frente a una época que aún se mantenía sumergida en la violencia que dejaba la guerra de Independencia. Destacó como primer presidente civil que gobernó bajo la Constitución de 1830 –el segundo presidente del llamado Gobierno de los notables-.

Esta presidencia se recuerda como aquélla que intentó dar un respiro de civilidad e institucionalidad en el país, procurando la existencia de civiles dentro del Ejecutivo y dejando de lado el papel protagónico que habían tenido los militares hasta entonces. A pesar de haber sido elegido como candidato en contra de su voluntad, el nueve de febrero de 1835, el doctor Vargas es electo presidente, por lo que los ciudadanos de aquélla recién fundada república independiente veían a Vargas como la persona indicada para acarrear estos primeros intentos de republicanos.

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A pesar de haber sido un intento de civilidad fallido, puesto que la llamada Revolución de las Reformas comandada por militares conllevó a que Vargas abandonara su cargo, no evade el mérito que tuvo Vargas de haber sido el civil que ejerció como presidente en tiempos de augurios militaristas. Se le acredita haberle dado corporeidad institucional al aparataje de su gobierno, bajo un esquema de legalidad enmarcado en los preceptos del Estado de Derecho.

Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez

¿Por qué rescatar la figura del prócer, conocido comúnmente como Francisco de Miranda? Porque más allá de haber sido un político, militar, diplomático, escritor, humanista e ideólogo venezolano, y además considerado “El Precursor de la Emancipación Americana”“El Primer Venezolano Universal” y “El Americano más Universal”; Miranda también fue partícipe de la Independencia de los Estados Unidos, de la Revolución Francesa y posteriormente de la Independencia de Venezuela, siendo líder del «Bando Patriota» y gobernante de la Primera República de Venezuela.

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Francisco de Miranda es rescatable como figura ilustre a estudiar por sus ideas republicanas y de liberación, recordemos que siempre colaboró contra la caída del absolutismo y la erradicación de la opresión ya que su ideal fundamental era el de independencia. Sus aspiraciones más genuinas apuntaban a sociedades libres en el sentido más estricto de la expresión, batalló en el terreno de las ideas y en el militar, en ambos casos con una suerte heterogénea y por supuesto con oposiciones, intrigas y difamaciones que normalmente envuelven a personajes de su talla y distinción.

“Entre las diversas maneras de matar la libertad, no hay ninguna más homicida para la república que la impunidad del crimen o la proscripción de la virtud”

Enrique Pérez Dupuy

Don Enrique Pérez Dupuy nace en Caracas, en 1888. Hijo de un gran comerciante caraqueño, pudo estudiar en el extranjero donde adquirió experiencia académica y profesional. Al volver a su país, trabajó en el Banco de Venezuela y a raíz de las intervenciones que el gobierno de la época imponía en esa institución decidió fundar el Banco Venezolano de Crédito, tratando de desvincular el negocio bancario de los asuntos del Estado. Siempre fue crítico a las medidas de dirigismo económico promovidas en Venezuela antes y durante el período democrático.

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Se destacó por sus diversos artículos enfocados al problema de la inflación y la manipulación de la moneda, así como la participación del Estado en la economía a través de empresas. En sus escritos recuerda que la Libertad de comercio, contrato y Asociación en un sistema republicano es lo único que puede otorgar bienestar a sus integrantes.