Llegó diciembre en una Venezuela que hoy muere de hambre, sin comida y sin medicinas. Para los venezolanos, diciembre siempre habÃa sido sinónimo de tradiciones: gaitas, hallacas, reunión familiar y preparar la esperada cena de navidad.
Hoy, la realidad es distinta, las familias venezolanas están separadas porque muchos de sus miembros han tenido que salir a un exilio forzado, las mesas de los hogares del paÃs no tendrán la esperada cena de navidad; lo que sà hay son guisos y no precisamente el de nuestras tradicionales hallacas, sino el de los guisos del régimen, que ha causado la miseria que hoy vivimos.
Durante 17 años los guisos en el paÃs han traÃdo las consecuencias que este diciembre estamos viviendo: hombres, mujeres y niños buscando qué comer entre la basura, pobreza extrema en cada rincón de la nación.
Innumerables son los casos de corrupción del régimen, que ha guisado con contratos multimillonarios para traer alimentos y medicinas y quedarse con jugosas sumas de dinero, mientras aumentan la escasez y la pobreza.
Un informe de la ONG Transparencia Internacional ubicó a Venezuela como el paÃs más corrupto de América Latina. El informe anual de la ONG sitúa al régimen de Nicolás Maduro en la peor calificación de casos analizados en la región.
Triste y lamentable que llegó diciembre y lo que sobran son guisos. Nos quitaron nuestras tradiciones y Navidades felices.
A pesar de lo que se vive en el paÃs, el amor a la libertad y las ansias de una Venezuela libre estarán presentes en ese abrazo nostálgico de las tradiciones ausentes que volverán junto a la libertad.
@xiomarasierra