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                                                                  I

Me atrevo a decir que hoy Venezuela vive la peor crisis de su historia. Ante la caída del precio del petróleo en más del  50%, ya se venía desatando una severa crisis acompañada de una mala gestión económica, política y social, la cual ha sido ejecutada por parte del Estado durante estos últimos 17 años.

El régimen ha producido una profunda crisis de desabastecimiento gracias a la falta de gerencia por parte de éste, provocando una situación de desorden social, una desbordante agonía por la subsistencia, aumento de los índices de inseguridad nacional y criminalidad sin control. El desamparo institucional, que hoy por hoy patentiza un 92% de impunidad, un modelo económico que sigue fracasando, un gabinete gubernamental que requiere de profesionalismo y gerencia, trae como consecuencia la existencia de una sociedad que padece de las peores bajas en su historia. 

II

Nos estamos enfrentando a la represión y persecución política, a la privación del sufragio, a circunstancias inimaginables, como lo son la precariedad, la miseria, la perdida de los valores éticos y morales de cada individuo de la sociedad, que conlleva al derrumbe de la estructura social, generándose un estado de anomia, un profundo molestar que ha llegado a tocar la puerta de los hogares venezolanos, un resentimiento de odio que se lleva en el corazón de muchos inculcado por un sistema político que no solo se ha vuelto capaz de destruir una nación entera, sino que además ha polarizado y dividido a esta, dando pie a una batalla entre la ciudadanía.

III

Salir por las calles de mi país y ver la tristeza en los ojos de cada persona con la que me encuentro en mi camino; miradas que exclaman desesperación,  angustia y confusión, esa tensión y desaliento que se siente en las calles y rincones de la ciudad, pues salir a dar un paseo en Caracas se ha vuelto de alta peligrosidad. Ver que la juventud de mi país se derrumba día tras día, ver cómo se pierde la esperanza junto con los valores de convivencia, cómo desaparece el remordimiento, la conciencia y la sensibilidad humana.

Es doloroso saber que muchos niños van y vienen sin un norte, sin ni siquiera tener el mínimo conocimiento de lo que es el futuro, ya que simplemente viven de las circunstancias que se les presentan en su día a día, que no han aprendido a soñar, ni a plantearse una meta porque están en desconcierto ante la vida, desconocen el amor incondicional, porque han sido desvirtuados de estos principios tan fundamentales y que muchos han llegado al mundo en condiciones precarias y de familias disfuncionales. Lastimosamente se encuentran rodeados en un contexto angustioso de índole violenta.

Ver a personas de tercera edad que con una inmensa cara de tristeza deambulan por las calles de caracas con temor, pero con la necesidad en el rostro imploran auxilio, mientras carecemos de insumos médicos y medicamentos, personas mueren lentamente a causa de esta negligencia.  Es saber que un padre se sacrifica por llevar un pan a casa, ver cómo la necesidad hoy arropa a los hogares Venezolanos, cómo se pierde la racionalidad porque la prioridad se ha vuelto un plato de comida.

IV

Hoy, los venezolanos pedimos a gritos reconciliación nacional. Llegó la hora de unirnos, de solidarizarnos, amarnos entre hermanos que somos y por un momento en la historia de este país dejar las ideologías a un lado y empezar a trabajar de la mano con profesionalismo, audacia, vocación servicial, conciencia ciudadana, emprendimiento, diplomacia, participación, gerencia y capacitación manteniendo una línea de tolerancia y respeto, porque hoy más que nunca esta Venezuela amada que te vio nacer necesita de tu ayuda. Debemos reforzar urgentemente los valores esenciales de convivencia y practicarlos. Inicia la búsqueda de nuevos horizontes, el país soñado, el país libre donde reinará la prosperidad y la abundancia, el país donde soñar no es imposible.

Entendamos que a un país no lo hace su ubicación geográfica, a un país lo hace su gente y las acciones que emprendan en el día a día. Lucha por tu país y no negocies tus derechos. VENEZUELA TE NECESITA.

@sfbvanessa_