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Hoy, a solo pocos días de haber conmemorado una de las fechas más importantes para Venezuela y todas las demás Repúblicas liberadas durante las gestas independentistas. El 19 de abril de 1810, un día donde ciudadanos congregados declararon en Cabildo Abierto la NO aceptación de un régimen impuesto, un régimen que no contaba con el beneplácito de todos los venezolanos, así como tampoco de nuestros hermanos latinoamericanos.

Un día en el que los ciudadanos en Caracas decidieron formar parte de la historia, comenzando con demandar la RENUNCIA del último Capitán General de la Capitanía General de Venezuela, Vicente Emparan.

Un día que algunos olvidan la participación de nuestro coterráneo Monseñor José Vicente de Unda, en la firma del acta que inicia la emancipación de Venezuela. Monseñor, quien ostentó el cargo de Vicario del Partido de Guanare, fue un ilustre guanareño, defensor de las causas justas, de la independencia; pero sobre todo de nuestro municipio, al que le entregó su corazón. Y es que así somos los guanareños: nobles, aguerridos, luchadores por las causas justas y amantes de esta tierra.

Es por ello que hoy, en representación de los ciudadanos de Guanare y de Portuguesa, alzamos nuestras voces y las unimos como se hizo hace más de 200 años en un clamor nacional. Un clamor que nos demanda no dejar de ayudar o rezar por una nación querida como la de Ecuador, un país que hoy en día se ve afectado por un terrible desastre natural.

Sin embargo, este clamor que demanda ayuda para los hermanos de afuera NO olvida a los hermanos que están acá. Por eso estamos obligados a velar los unos por los otros.

Vente Venezuela plantea la ética de la urgencia, una ética que busca recuperar un país inmerso en una profunda crisis humanitaria. Una crisis que no fue causada por un terremoto de 7,8 en la escala de Richter, sino que tiene como consecuencia el quiebre moral y ético al que ha sido sometida nuestra población durante 17 años de populismo.

Un populismo que buscó el impacto mediático de ser «los primeros» en mandar socorro a una nación aliada, pero que se negó al mismo tiempo a darle la posibilidad de ayuda humanitaria a venezolanos que día a día no encuentran cómo salir de esta crisis que nos afecta a todos.

Un populismo que tiene a nuestros niños recién nacidos y sus madres pasando hambre en hospitales de diversos estados del país. Un populismo que mantiene a nuestros adultos mayores deambulando en busca de medicinas para sus condiciones crónicas. Un populismo que busca comprar aceptación internacional a costa de dejar a merced de la crisis humanitaria a los venezolanos.

Esto pasa porque es un régimen al que le importan más los costes políticos antes que tomar medidas para resolver los problemas. Un régimen que pretende vivir del discurso para pertrecharse en el poder, sin importarle la vida de cientos de venezolanos. Este régimen se desligó hace tiempo de ofrecernos un futuro para todos y solo piensan en el enriquecimiento de su cúpula corrupta.

Hoy no podemos quedarnos de brazos cruzados frente al país que se cae a pedazos. Por este motivo uniéndonos al clamor nacional les decimos: No nos opongamos a ayudar a otros países, pero tampoco permitamos que este gobierno que es incapaz de resolver la crisis, que no toma las medidas económicas necesarias para activar la producción nacional y que bloquea la ayuda internacional ofrecida a Venezuela, siga costeando su campaña en la región a costa de nuestro esfuerzo.

Este régimen debe cambiar y Maduro tiene que renunciar.

¡#MaduroRenunciaYA!

@DavidMarzola

Vente Joven Portuguesa