Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

(El siguiente artículo recoge mi intervención en El Congreso Ciudadano ante 800 delegados de 13 Estados realizado en Barquisimeto el 29/11/2014)

Si bien es claro el propósito de este Congreso en el sentido de articular un movimiento ciudadano para de una manera pacífica lograr por la vía constitucional lo antes posible un cambio político que nos permita el rescate de la libertad, también es indiscutible que más temprano que tarde iremos a un proceso electoral y por ello cobra importancia discutir la actitud con la cual deberíamos abordar las elecciones parlamentarias contempladas en el cronograma electoral para el próximo año.

Formo parte de los millones de venezolanos que por nuestro talante democrático y creyentes de la institución del voto hemos participado en todos los procesos electorales en estos últimos 15 años. Sin embargo, también como una gran mayoría, considero que dichas elecciones no han sido ni libres, ni justas, ni transparentes, lo que les da a estas el carácter de fraudulentas, pero, lamentablemente y aun siendo reconocida tal connotación a puerta cerrada por muchos comandos de campaña, estos optaron por no denunciar con la debida contundencia todas las irregularidades llevadas a cabo por ese siniestro trio Gobierno-CNE-Plan República, por aquello de que denunciar el fraude generaba abstención, idea esta, que en lo particular considero un auto-chantaje y del cual solo se ha beneficiado el régimen.

Pero el asunto, es que tal tesis de no denunciar el fraudellego a su fin a raíz del Recurso Contencioso Electoral, accionado por la Unidad para solicitar “la Nulidad total del proceso electoral para la elección presidencial llevada a cabo el 14 de Abril del 2013” por considerarla fraudulenta.

A partir de ese hecho los electores y las fuerzas políticas opositoras al régimen, considero, quedamos liberados de toda estrategia, que pretenda en aras de garantizar una votación masiva y en “la paz” que al régimen le conviene, impedir la exigencia de unas condiciones electorales que nos garanticen unas elecciones libres, justas y transparentes.

Es por ello, que aún siendo un convencido de no limitar la lucha exclusivamente al plano electoral, propongo ante este Congreso Ciudadano, que llegada la realización de las elecciones de la Asamblea Nacional, que toda la fuerza que se logre a través de la articulación de este gran movimiento, se ponga al servicio de exigir al CNE condiciones electorales que nos permitan realizar unas elecciones auténticas y confiables, ya que solo a través de la presión ciudadana organizada y en la calle, antes, durante y después del evento electoral podremos cobrar la victoria.

El recurso contencioso no obtuvo victoria jurídica, porque no hubo un acompañamiento a las espontaneas convocatorias de calle realizadas por los ciudadanos que veíamos burlada nuestra voluntad en las urnas y creo como muchos que de haberse apoyado tales reclamos de manera organizada y sostenida muy probablemente hoy ya hubiésemos recuperado La República.

Si bien la exigencia de condiciones electorales que garanticen unas elecciones libres, justas y transparentes, tienen vigencia para cualquier evento electoral, en lo que se refiere a las elecciones Parlamentarias cobra la necesidad de prestársele mayor atención dada la naturaleza misma de ese proceso, donde debido a la sobre-representación de los Estados menos poblados y el amañamiento de las circunscripciones electorales tenemos una grosera desproporcionalidad en el actual parlamento y que queda muy bien ilustrado con el hecho de que un Diputado del PSUV en promedio necesito 56.000 votos para ocupar su curul, mientras uno de la oposición requirió de 88.000.

De manera pues, que no basta ilusionarse e ilusionar a los electores con el hecho de que ese más del 70% que según las encuestas de hoy día, muestran su descontento con el régimen, necesariamente se traduzca en una mayoría calificada que le dé a nuestros parlamentarios un piso constitucional para realizar cambios desde esa instancia, ya que como dijimos, la naturaleza propia del proceso electoral y el filtro del CNE se encargaran a través de la más perversa ingeniería electoral que la mayoría de un pueblo demócrata y adverso a este régimen termine siendo representado por una minoría de parlamentarios.

Lo anterior no pretende desmotivar nuestra participación en tales elecciones, pero tampoco podemos voltear la mirada y no aceptar que la gran mayoría de los venezolanos no confía en el ente rector electoral y que ya estamos trabajando con las mínimas reservas de confianza, esperanza y capacidad de lucha de un pueblo que no soportará una frustración más.

JOSE ANTONIO VEGA C @JoseAVega
DELEGADO PQUIA. STA. ROSA, MCPIO. IRIBARREN, EDO. LARA