Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

Durante mi vida universitaria, milité, o mejor dicho viví, en el Movimiento Fórmate y Lucha. Nuestro lema: Fórmate para Luchar y Lucha para Transformar.

Esa concepto, esos principios y valores, esa experiencia, desarrollada en diferentes ámbitos de la actividad universitaria, marcó mi vida, mi forma de ver el futuro, mi modo de aproximarme a la lucha -en aquel entonces- por «La Universidad que Queremos».

La lucha estudiantil de aquella época era diferente a la actual, pero ese no es el tema de este artículo. Nos planteábamos objetivos grandes, retadores, y nos enfocábamos para alcanzarlos. Trabajábamos sin

descanso, día a día. No siempre lo conseguíamos, pero eso nunca hizo mella en nuestro ánimo y decisión con la que seguíamos adelante, siempre soñando que estábamos abonando a una mejor universidad, un mejor egresado, y por ende un mejor país.

¿Cómo afrontar las luchas de cada día, las pequeñitas, las cotidianas, sin insertarlas en el sueño de ¨La Universidad que queremos¨?

¿Cómo llenarnos de energía cada jornada para luchar por una mejor biblioteca, por la creación de la proveeduría estudiantil, por las salas de lectura en cada carrera sin imaginarnos que esos logros aunarían a nuestra visión del país y de la propia universidad?

En estos días frenéticos, por donde quiera que vayas, se escuchan diversas opiniones acerca de «lo que hay que hacer». A raíz de #LaSalida, la gente se encontró en la calle, y nótese que no digo que «se activó», porque ya desde mucho tiempo atrás el nivel de descontento y de protestas era alto, solo que en igual intensidad, aislado.

#LaSalida le dió rumbo, nos mostró que no éramos los únicos, nos recordó que somos mayoría los que entendemos que Venezuela no resiste más este grado de destrucción al que nos tienen sometidos.

Hoy, cuando nos planteamos los pasos siguientes, también se escuchan voces que critican que hablemos de #CalleSinRetorno o de #LucharHastaVencer. Nos dicen que no es políticamente correcto plantear alternativas que no «sean factibles» porque se «generarán frustraciones».

Y yo me pregunto: ¿es que acaso la realidad actual de los familiares de las víctimas y de los fallecidos por la brutal represión del régimen tiene retorno?

¿Es que las colas, la humillación, el control de todo, la violación de la privacidad, la escasez…no son razones suficientes para seguir luchando hasta vencer?

¿Es que alguien con un mínimo de sentido común y una comprensión real de lo que estamos viviendo puede pensar que cualquier alternativa democrática que se oponga a este régimen tiene de entrada «factibilidad real»?

Yo estoy convencida de que vamos a lograr nuestro objetivo de fondo, que es recuperar la libertad para nuestro país. No será fácil, nadie dijo que lo fuera, pero así como en el pasado, nunca he estado del lado

de los asumen solamente las luchas cuyos resultados ya están garantizados de antemano. Siempre he obedecido a mi conciencia, sin importar el qué dirán, o quién ganará.

Mis luchas siempre han sido por principios y valores, por la libertad, por un sueño de futuro mejor que el presente, aunque suene a utopía «poco factible» y, ojo, no siempre he ganado. Pero eso no ha disminuido mi convicción, por ello, hoy, como ayer, las seguiré dando, hasta vencer.