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Muchos  revolucionarios fueron atendidos por el siquiatra perverso.  Edmundo Chirinos fue un manipulador de la mente que al parecer  llegó a tener influencia sobre la cúpula roja. Su principal cliente del diván fue el comandante eterno, a quien le potenció sus ínfulas de grandeza  y la manía persecutoria. Es de presumir  que otros jerarcas del régimen   asistieron a su consultorio o al menos se contagiaron de sus prédicas. Como hoy en día no es aceptable el argumento de que obedecían órdenes,   a la hora de ser juzgados  quizá algunos intentarán  alegar que  no eran responsables de sus actos.

Los siguientes ejemplos  ilustran   algunos casos de aparente  insania mental.  ¿Está en sus cabales  quien afirma que al supremo le inocularon el cáncer o está doblemente trastornado ya que esa inventada inoculación solo la podrían aplicar los médicos panas de Fidel que lo atendieron en Cuba?  Otro caso de aparente  locura, para hablar en criollo, es sostener que el asesinato de Eliécer Otayza fue por motivos políticos. Es decir que los chamos malandros  de un barrio recibieron dinero del imperio y de la ultra derecha   para segar la vida de un personaje de  cuarta  quinta fila.

¿Está tocado del techo quien asevera que los gringos  quieren  invadirnos para apoderarse de nuestro petróleo, cuando Estados Unidos tiene muchas fuentes de abastecimiento de crudo de buena calidad y de suministro seguro? Quizá esta hipótesis la formuló alguien que piensa estamos en la época de la II Guerra Mundial.

¿Quién  fue  el aparente trastornado que invitó  a Miraflores, trasladado en avión fletado por una gobernación,   a  un sindicalista con un gran prontuario delictual, que al salir del palacio fue asesinado por unos sicarios?   ¿Tienen una teja rodada  los jueces que  dictaron  sentencias aberrantes en contra de  Simonovis, Erasmo Bolívar, Marco Hurtado, Héctor  Robain, Luis Molina,  los Guevara y otros cientos más?  ¿Es perversidad o locura sentenciar  que discursos  llamando  a manifestar pacíficamente  son mensajes subliminales para incitar a la violencia, como es el caso contra Leopoldo López, y también dejar detenidos a estudiantes? ¿Y qué decir de quienes inventan magnicidios a tres por locha y señalan como asesina a la diputada María Corina Machado? ¿O de los guardias nacionales  que reprimen violentamente a los estudiantes y declaran que actúan respetando los derechos humanos?

Corresponderá a juristas honestos  y a competentes siquiatras demostrar que los responsables  de los atropellos a la Constitución y a las leyes  sí son imputables, ya que aunque tomaron decisiones locas,  sus autores estaban conscientes del daño  ocasionado a personas inocentes. En un país en donde muchos pretenden hacerse los locos, la    justicia  debe imponerse sobre la impunidad.

Como en botica: Somos defensores de la MUD ante ataques desconsiderados de algunos opositores, pero perderá influencia si la misma no amplía su composición y entiende que en estos momentos la contienda no es electoral.   Solidaridad con nuestra diputada María Corina Machado, Pedro Mario Burelli y Diego Arria, citados sin ninguna base por una Fiscal  que nunca se ocupó de investigar el asesinato de José Manuel Vilas que hemos denunciado reiteradamente ante su despacho. Otra ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

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