Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

Todo tipo de opiniones se puede tener sobre el significado de la palabra política, conceptualizaciones que van desde la percepción de cómo se desarrolla la política en el país hasta la raíz latina de la palabra, pero hay una muy curiosa y acertada en el libro de Fernando Mires “Teoría de la profesión política, Corruptos, “Milicos” y demagogos” la cual estipula que la política es la Guerra sin armas, y es en esta visión donde desarrollaremos diferentes elementos, porque en el capo de las ideas, visiones de país, donde ocurren las más duras batallas por sobre todo ideológicas, esto porque cada visión tiene una forma de ver al mundo muy diferente a la otra e indudablemente es allí donde hay que pones más atención en vista que los  populistas o personas con intenciones aberrantes puede a través de la postulación de un modelo de país disociar y hacer daño a la población completa sean estos seguidores o no, los que podríamos llamar lideres negativos que en palabras del Doctor en Educación de la Universidad de Harvard Ramón Piñango son los que ejercen un liderazgo que mientras más efectivo es el mismo más daño le hacen a sus seguidores.

En lo que compete al modelo de país vemos en Venezuela la implantación a toda costa de un modelo que los mismos que lo impulsan lo han denominado socialismo el cual aceptan  posee una influencia determinantemente marxista, reconociendo por supuesto a personas que dicen que este modelo está muy lejos del marxismo, en esta espacie de confusión entre marxistas y socialistas se hace necesario determinar las ideas que están inmersas en dicho marxismo.

Para mostrar las ideas del marxismo y su inviabilidad y utopía se hace de lectura obligatoria el libro del Doctor en Economía de la universidad Sorbona de París Emeterio Gómez llamado “Capitalismo Solidario versus Socialismo del Siglo XXI” donde estipula: Nuestra argumentación para mostrar la inviabilidad del socialismo se fundamenta no en los trágicos resultados históricos y empíricos de este experimento social, sino en sus bases teóricas, intelectuales y conceptuales. Aquellas en las que se puede detectar y sobre todo ¡¡Se pudo haber detectado!! En Rusia, Vietnam, Cuba, China o Camboya, esa radical inviabilidad ¡antes de lanzarse a someter a la gente para imponerles por la fuerza un modelo de sociedad y una manera de pensar totalitarios e inútiles, puesto que lo que se intentaba imponerles era absolutamente inviable.

Porque la imposibilidad he invalidad del socialismo del siglo XXI, del XIX o del XII, está contenida ya en las dos obras principales de Carlos Marx, un memorable filósofo alemán que nunca logro fundamentar adecuadamente la tesis que postulaba. Ni en el Manifiesto Comunista de 1847, ni en el tomo I de El Capital, su obra magna, supuestamente científica, publicada en 1867.

Cuando decimos que Marx no logró sustentar adecuadamente las tesis que planteo en El Capital -¡¡que a su vez el supuesto fundamento científico del manifiesto comunista!!- lo hacemos con la plena conciencia y con la más absoluta responsabilidad. Entre otras cosas porque estamos en condiciones de mostrar la verdad de lo que afirmamos. Porque todo el edificio conceptual o intelectual y toda la teoría revolucionaria del fundador del supuesto socialismo científico están montados sobre tres tesis básicas, radicalmente inconsistentes:

  1. Que la única fuente de valor -¡¡la causa exclusiva de valor!!- de los bienes y servicios que se intercambian en el mercado “es la cantidad de trabajo socialmente necesario que está contenida en ellos”; la que se ha utilizado o, más exactamente, la que debería utilizarse para producirlos.
  2. Que los bienes y servicios se intercambian en “el mercado” –es decir en la actualidad y en el capitalismo, no en la añorada sociedad comunista, cuando esta advenga, sino en el capitalismo real- en proporción a la “cantidad de trabajo socialmente necesario” que dichos vienes contienen o deberían contener. Una idea que cuesta creer, pero que está claramente expuesta en El Capital, a la orden de quien desee consultarla.
  3. De estas dos deriva la tercera, la más importante y la más inconsistente de todas, la inefable “teoría de la Plusvalía” como el trabajo es la fuente exclusiva del valor generado en el proceso productivo, la ganancia  de la que se apropia el capitalista tiene necesariamente que formar parte de ese valor y constituye en consecuencia una expropiación que el empresario le hace al obrero. Este es el fundamento último de la teoría marxista: la famosa extracción de la plusvalía ¡¡la explotación del hombre por el hombre!! El sustento ultimo supuestamente científico, del socialismo del siglo XXI. La justificación inconsistente de la revolución, la dictadura del proletariado y la destrucción del capitalismo.

En pocas palabras la tesis central de Marx en el capital es que el patrón o empresario el que toma la decisión de emprender el proceso productivo, el que parió la idea, el que asume el riesgo y el que dirige el proceso no genera más valor si acaso el correspondiente a sus horas de trabajo.

Esto expuesto por el Doctor Gómez y que contiene las ideas del socialismo por todos los lados que se vea más que inviable resulta absurdo, pero esclarece él porque de muchas situaciones que vivimos los venezolanos y es que si lo antes expuesto se refirió solo a la parte teórica dicho socialismo con el tiempo va mutando a un totalitarismo como ha pasado en todos los países que implementan este sistema, en todos los casos la repartición de miseria  para quien es gobernado y riqueza para quien gobierna y a la vez oprime la podemos ver en Cuba, China, Corea del Norte, donde la vida no vale nada, se deshumaniza a los individuos y los derechos humanos son solo hojas insignificantes. Uno de los ejemplos más tristes que podemos ver en nuestro propios país es lo ocurrido en Morón, donde el sábado 22 de febrero del 2014 (hace pocos días) donde volcó un camión de reces sus habitantes salieron con cuchillos y machetes a descuartizar vivos a los animales que estaban indefensos y algunos heridos, eso muestra a la miseria que un sistema fracasado nos puede llevar.

Del otro lado de las ideologías nos encontramos a la libertad, un modelo que se denomina Capitalismo y que a través de sus postulados ha logrado llevar de la pobreza a la riqueza a las naciones como lo es el Caso de Corea del Sur o Chile, pero mucho más importante es como el capitalismo puede llevar de la pobreza a la riqueza a las personas dándoles esa oportunidad de mejorar su calidad de vida y la de sus familiares y para ejemplificar eso podemos tomar del libro de CEDICE “El Desafío Latinoamericano: Libertad, Democracia, Propiedad y Combate a la Pobreza”  las investigaciones del Centro de Prosperidad Global IndependentInstitute, ubicado en Washington, Estados Unidos de América y dirigido por Álvaro Vargas Llosa a través del Proyecto de Éxito Empresarial En El Mundo De Los Pobres, traemos el caso de la familia Flores específicamente Aquilino Flores, un muchacho extremadamente modesto y humilde que emigro a la capital de Perú desde Huancavelica, probablemente el departamento más pobre del Perú y empezó lavando automóviles en el Mercado Central de Lima. Este muchacho descubrió en poco tiempo que había allí unas posibilidades empresariales que los potenciales competidores no están descubriendo con la potencial rapidez que él lo estaba haciendo. El resultado fue la primera empresa  Textil de Perú hoy en día que es la  “Topy Top”.

Es evidente que las sociedades que adoptan el capitalismo en poco tiempo mejoran la calidad de vida de los ciudadanos, crecen económicamente y lleva justicia libertad y prosperidad a todos los rincones pero más aún da la posibilidad de que los ciudadanos cumplan sus sueños, también es verdad que no es un sistema perfecto pero si perfectible y en esta dirección es realmente importante citar del libro “La Quiebra moral de un país, Hacia un Nuevo Contrato Social” escrito por la Doctora en Sociología de la Universidad Panthéon-Sorbona de París, Isabel Pereira Pizani la posibilidad de fundar un capitalismo un poco más reformado o como ella lo denomina un capitalismo Humanista:

Individuos con la idea implícita de que, si el capitalismo es una creación humana, puede ser cambiado y debe ser cambiado. Su petición sin embargo se vale o se funda de lo esencial del capitalismo: la idea de que el hombre y sus instituciones pueden aspirar a la autonomía, a la libertad bien entendida como capacidad de imponernos, individual y colectivamente las propias leyes y objetivos. Un sistema que apuesta por la libertad de los individuos, al poder protector de la familia por encima de la usurpación de los derechos por parte del estado que termina convirtiendo a los ciudadanos en mendigos particulares. Un argumento superior al socialismo que simplemente anula al individuo tras en peso de las masas, del colectivo impersonal que inexorablemente sirve de soporte al autoritarismo como principio de orden y sentido.

El otro gran cimiento que asomó el capitalismo es la posibilidad de crecer, de generar y acumular riquezas. Hoy este principio rector, a pesar de ser la base del patrimonio occidental es fuertemente cuestionado por su desapego a una eticidad que sobreponga la solidaridad con los individuos menos favorecidos a las apetencias infinitas de riqueza de sectores privilegiados.

El capitalismo humanista entra en ese terreno y, sin pecar de exagerados, se puede afirmar que es una manera de ofrecer una respuesta a los indignados como una formula del capitalismo se conjugan varios elementos esenciales:

El primero, haciéndole honor al nombre, es el propio capitalismo, visto no solo como la imponente maquina productora de bienes y servicios, sino como el sistema que ha colocado la vida humana en otro nivel. La esperanza de vida que en tiempos lejanos era mejor a los 30 años, ahora se acerca a la centuria en los países más desarrollados y, valga la redundancia, en los más capitalistas.

Esta máquina generadora de riqueza, que es el capitalismo, proclama como uno de sus pilares la propiedad privada de los medios de producción, un derecho que en lugar de cavar su propia sepultura, como decía el viejo Marx, ha generado quizás el efecto más importante y transformador para el futuro de la humanidad: el surgimiento de la clase media. Un enorme contingente humano sin precedentes históricos, conformado por individuos libres dueños de una riqueza inmaterial que es el conocimiento, el cual hoy se convierte en un instrumento más valioso para la generación de riqueza y para la propia transformación de los procesos productivos. Esta clase media corresponde a la búsqueda de salida de sectores anteriormente en situación de pobreza o sometidos a algún tipo de dependencia en sus proyectos de vida.

El concepto de capitalismo involucra estos avances de la humanidad, la garantía de la propiedad basada en fundamentos jurídicos, y no en el uso de la fuerza, la emersión de una clase medie vencedora de la pobreza, dotada de conocimientos que permiten potenciar los procesos de producción representando el mejor desmentido a la lucha de clases como motor de cambio social… El capitalismo humanista tienes como meta universalizar la calidad de los servicios; por esa razón no concentra sus esfuerzos  en mantener situaciones de minusvalía. Todo lo contrario: propicia la autonomía, al acceso y la oportunidad de superar debilidades, de fortalecer la capacidad creativa y productiva que tiene cada ser humano. Estas condiciones hacen factible la solidaridad con aquellos grupos y personas con restricciones para desarrollar sus potencialidades humanas. El capitalismo humanista significa acceso apertura y oportunidades, pero también solidaridad como condición ética fundamental.

En si sobre lo antes expuesto por la Doctora Pereira nos damos cuenta la perfectibilidad del Capitalismo, y como este puede pensarse para ser cada vez mejor porque es por esa capacidad que el capitalismo ha estado a la altura en cada momento de la humanidad desde su invención y es que desde que se ideó el capitalismo la humanidad ha avanzado más que todo lo que llevaba de historia anterior a eso. Y allí es donde nos encontramos nosotros los venezolanos en la decisión de irnos por el camino del fracaso que siempre ha terminado trágicamente o irnos por el camino de la libertad.

Twitter @Riverols