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Hace unos días me animé a realizar el proceso en la página de CADIVI para solicitar el cupo electrónico. Aprovechando que gracias a una extraña, pero bien recibida oportunidad de la universidad me aprobaron una tarjeta de crédito “exclusiva” para estudiantes; bueno, entré a la página de CADIVI, acto seguido me registré con ayuda de un amigo que hace un tiempo tramitó su solicitud y le aprobaron sus tan ansiados y esperados 400 dólares. Que como la mayoría ya sabe… ahora son solo 300 dólares y, que hasta esta fecha a muchas personas (incluyendo mi amigo) no se los han renovado “automáticamente”. Había oído hablar durante mucho tiempo que el proceso era bastante “fastidioso” y “engorroso” que “había que hacer el proceso en la madrugada porque la pagina se satura” que “la carpeta” que “esto” que “lo otro”.

Efectivamente, logré registrarme en dicha pagina, pero muchos de los lectores sabrán que esto no acaba aquí. Tenía que entrar primero en la “opción 1” luego en la “opción 2” y durante el rato que pase oprimiendo ¡click! En el botón de “cargar página de nuevo” me di cuenta de que yo no debería estar haciendo eso; de que ni yo ni otro venezolano debería  estar sufriendo ese engorroso proceso solo para optar por 300 dólares que gracias a la economía Estadounidense sí alcanzan para comprar una o dos cositas, pero que con un límite de Bs.5000 en mi tarjeta de crédito no alcanza para comprar ni una sola cosa de esas que… yo tenía pensado comprar.

Muchos estarán de acuerdo en pasar aquel molesto proceso por comprar una que otra cosita que por supuesto AQUÍ NO SON TAN ACCESIBLES.

Muchos pensaran y admitirán a viva voz que esos DÓLARES les corresponden a él y a cada uno de los Venezolanos.

Otros, admitirán ser del lado “oficialista” y al mismo tiempo ser unos “raspacupos” empedernidos y voraces.

Muchos ciudadanos venezolanos de ambos bandos bastante polarizados y radicales estarán indignados por esta nueva devaluación y sumamente descontentos con la nueva medida “económica” de disminuir el cupo en 100 dólares.

Pero, ciertamente la verdad es que el venezolano no debería estar preocupándose por si le renovaron su cupo o no, no debería molestarse porque ahora comprara menos, ni tampoco porque ahora solo podrá ir a ver a Mickey con 700 dólares paupérrimos (y eso, si solamente te quedas unas 2 semanas).

No deberías molestarte porque te preocupa poseer una moneda que no es tuya, deberías mejo rpensar en cómo salir de una política cambiaría que nos lleva a mendigar por unos 3 dígitos que no puedes conseguir con un sueldo mínimo (que a según es el más alto de Latinoamérica).

Deberías preguntarte como salir de un gobierno que día a día nos amansa más dándonos migajas.

Deberías desear comprar TUS cosas con TU moneda, y tener la plena satisfacción que lo conseguiste con TU esfuerzo para que así, el día de mañana defiendas TU propiedad ante cualquier régimen que venga a usurpar lo que con constancia y trabajo has conseguido.

Hermano Venezolano, Ciudadano Venezolano. Te invito a que pienses y reflexiones si el tan polémico “cupo CADIVI” es justo para ti, si vale largas noches de estar pegado frente a la computadora esperando poder entrar a la página de CADIVI, si luego vale pagar un caro envío y “calarse” una  larga cola (sin contar las miradas impacientes a la pantalla a ver si tu numerito llego) para poder retirar lo que gustosamente compraste por internet.

TÚ, tienes el poder en tus manos para olvidarte de las fatigantes colas en el “libertyexpress” o “transexpress”, solo TÚ tienes el poder de acabar con las colas en los supermercados para comprar el alimento que es TU DERECHO.

Y todo esto se logra: PROTESTANDO Y EXIGIENDO TUS DERECHOS, no permitas que te duerman y te emboben solo porque un “líder” opositor no llama a la gente a expresarse ni a manifestar.

Como decía San Ignacio de Loyola “Todo individuo es un líder y todo el tiempo está dirigiendo, a veces de manera inmediata, dramática y obvia, más a menudo de una manera sutil, difícil de medir, mas no por ello menos real».