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María Corina Machado: «Cuando la gente me dice que va a votar el 8 de diciembre, yo le respondo que eso no basta, que tenemos que hacer mucho más, hay que salir a la calle, movilizar, reclamar, alzar la voz»

Janet Yucra M.

Vehemencia, es la palabra que define la actitud de la diputada a la Asamblea Nacional (AN), María Corina Machado, quien atendió este llamado al Desayuno en la Redacción, en medio de la crispación que reinaba en el ambiente, tras la inundación de afiches de «corte facistoide», en el centro de Caracas, donde aparecía su foto, la de Leopoldo López y de Henrique Capriles, deformadas y con el llamado a reconocerlos. Y también por las protestas que el Psuv inició para evitar que la marcha de trabajadores de la Gobernación de Miranda se produjera. No por esto, la Parlamentaria por ese estado se amilanó. Al contrario, manifestó que ahora más que nunca, los venezolanos «no vamos a permitir que el régimen destruya nuestro país», pues estas manifestaciones de violencia, por parte del Gobierno, a su juicio, no son más que un mensaje para que la gente piense que si protesta o se expresa de manera diferente, puede ser víctima de persecución.

Y su vehemencia va más allá, pues considera que las elecciones del 8 de diciembre, lejos de ser unos comicios locales, revisten «vital importancia» para el inicio de la transformación de Venezuela» en el país democrático y de tolerancia que todos quieren.

El régimen está colapsado

-En las últimas horas hemos visto un clima de crispación y de aumento de las acciones del Gobierno contra dirigentes de la oposición. ¿Qué lectura le da a esta situación?

– Es la desesperación que tiene un régimen que confronta la realidad del colapso de sus pretensiones de dominación del país, de la absoluta inviabilidad de un modelo que ha generado dolor, violencia y pobreza en Venezuela.

Lo que está claro es que éste es un régimen que está en un momento sin precedentes en su ilegitimidad, porque todos sabemos que se robaron las elecciones el 14 de abril. En su ilegalidad, porque queda claro que, para mantenerse, tienen que violar la Constitución todos los días y reprimen para callar las voces de protesta y de inconformidad. También es evidente su incompetencia. ¿Puedes creer que hace unos días el señor Ramírez (Rafael) dijo que ellos necesitaban 50 años para solucionar los problemas del país? Pregunto, ¿si un hijo tuyo tiene 15 años, va a tener 65 años cuando ellos van a terminar de resolver los problemas que tiene Venezuela? ¿Qué se han creído? Nosotros los venezolanos no vamos a permitir que destruyan nuestro país. Estamos absolutamente comprometidos en salvar nuestra patria. Es la desintegración de la Nación lo que está en juego y por eso vemos reacciones como ésta.

-¿Qué buscan?

-Ellos creen que si pueden señalar a quienes tenemos la responsabilidad de representar a los venezolanos, acusarnos y estigmatizarnos de esta manera, eso va a generar una reacción en el resto de la sociedad, como si enviaran el mensaje para que la gente piense: Si les pasa a ellos, qué puedo esperar yo. Y, en consecuencia, buscan ir callándonos a todos, sean sindicalistas, periodistas, amas de casa que protestan por la escasez, estudiantes, pescadores en el estado Sucre o dirigentes políticos, tanto de las fuerzas democráticas, como de la disidencia del oficialismo que cada día son más.

– Pero, ¿detrás de estas manifestaciones de violencia contra ustedes qué hay?, ¿es una forma de distraer de los problemas, de la escasez, la inseguridad?

– El problema es que la crisis social y económica y la crisis de ilegitimidad han configurado una crisis política sin precedentes. Todos los elementos de protesta, de crispación, de no encontrar solución a los problemas están allí.

Más allá del 8D

Machado recordó que, entre las actividades de «la Movida Parlamentaria», ha visitado muchas partes del país en los últimos días y le resulta «desgarrador» lo que está viendo. «La gente se me acerca llorando, porque ya no aguanta más.  Lo que esto quiere decir es que estamos ante una situación insostenible e insoportable. Donde voy, la gente te dice: Queremos un cambio, ya. Y eso el Gobierno lo sabe, y por eso es que hay esta reacción».

– ¿Un cambio, cómo? El Gobierno asegura que ustedes planean un golpe. ¿Por qué hacen esto?

– Cada ladrón juzga por su condición. Ellos no hacen si no hablar de golpe, porque eso es lo que ellos saben, lo que ellos hicieron. La Constitución ofrece salidas pacíficas a las crisis políticas y eso es lo que nosotros tenemos la obligación de presentarle a los venezolanos. La posibilidad de una salida y una solución a la crisis política que vive el país, evitando la anarquía, la violencia y el caos, en el marco de nuestra Constitución.

-¿Cómo?

– En este contexto, el 8 de diciembre adquiere una relevancia inmensa.

– ¿Por qué?

– A mí me ha sorprendido en los recorridos que he hecho como cuando le pregunto a la gente: ¿Quién puede ofrecer la solución a sus problemas? Me responden que obviamente no es el Alcalde. No, porque éste es un problema nacional. Entonces, los ciudadanos hemos entendido que los problemas más graves que tenemos, que son: Escasez, inflación, inseguridad, electricidad, agua, transporte, no los resuelven los alcaldes. No. Ellos pueden paliarlo, pero si no tienes una condición óptima en el país, no se resolverán. Obviamente, se respeta a los alcaldes y concejales, pero, lo que hace falta pasa porque haya un modelo que le ofrezca al país confianza, inversión, empleo e instituciones que funcionen y que acaben con la impunidad. Si no acabamos con la impunidad no acabaremos con la violencia y el crimen. La productividad es sistémica y no puedes tener un municipio que solito va a funcionar bien, en un entorno de un país caótico. Eso lo hemos entendido los venezolanos. Por eso, el 8 de diciembre adquiere esa doble dimensión, la de escoger concejales y alcaldes que sean demócratas, que tengan los valores de responsabilidad, respeto y eficiencia, que defiendan la descentralización y los recursos que les corresponden, pero al mismo tiempo es fundamental un ejercicio firme, masivo y contundente de los ciudadanos que lo que quieren y queremos es la transformación del país y un cambio del modelo y del sistema.

Mucha gente me dice que hay que demostrar que somos mayoría y yo digo que no. Porque nosotros, el 14 de abril, ya demostramos que somos mayoría y eso lo sabe todo el mundo, especialmente el oficialismo que fueron quienes hicieron la trampa. Eso lo sabe cada empleado público que se llenó de fuerza, a pesar de las amenazas, y votó por Henrique Capriles. Eso lo sabe cada ciudadano que estaba en la cola y que lo presionaron o quizás lo asustaron y allí sé mantuvo. ¿Y desde entonces qué ha pasado? Esa mayoría no ha hecho sino crecer, no solamente en cantidad, sino en convicción de lo que está en juego. Por eso digo que el 8 de diciembre vamos a ejercer una fuerza ciudadana, para enviarle un mensaje contundente a quienes están en Miraflores y en La Habana de que lo próximo que vamos es a hacer un cambio del régimen.

– ¿Percibe que la gente va a salir a votar masivamente?

– Cada día más. Aunque algunas personas me preguntan: ¿Otra vez? ¿Nos van a robar otra vez? Y tienen toda la razón, porque sabemos lo que pasó el 14 de abril.

– ¿Y cuál es la diferencia?

– La diferencia está en nosotros, en el espíritu y en la estrategia. En la convicción de que esta mayoría que somos tiene que actuar como tal. El 14 de abril aprendimos que no basta con que ser mayoría y ganar elecciones para que haya un cambio en el poder, que esto tiene que ir acompañado de organización y movilización, antes, durante y después del día de la elección.

– ¿Y eso lo están preparando? ¿Cómo?

– Eso lo tenemos que hacer todos. No es solamente una responsabilidad de la dirigencia política que tiene la obligación de presentarle a los venezolanos una ruta de solución política y transición democrática. Precisamente, para evitar que esas soluciones vengan de otros sectores, es que se requiere la organización,  movilización y participación en las elecciones. Si queremos una solución política, civil que enfrente y derrote este régimen, por la vía constitucional, tenemos que hacerlo de una forma tangible. Nosotros nos estamos jugando el futuro y esa ruta existe.

Esa ruta parte de la creación de esa convicción de que ha llegado la hora de que esa mayoría ciudadana se exprese. Además, ese 8 de diciembre tenemos que manifestar la contundencia de esos ciudadanos para no permitir que Venezuela se destruya e iniciar un cambio del sistema, para después ver cómo vamos a construir una sociedad donde podamos reconocernos y encontrarnos en nuestras diferencias. No solamente estoy hablando de los ciudadanos que pueden estar del lado de la oposición y del oficialismo, sino de sus dirigentes que genuinamente los representan.

Tenemos que encontrar un mecanismo que no parta de la impunidad, que permita sanar heridas. Algo en lo que he insistido con vehemencia, quienes más hemos sido agredidos, calumniados, golpeados, somos los primeros que debemos dar evidencia de nuestra capacidad de perdonar. Ésa es una obligación moral e histórica enorme que tenemos por delante.

La verdadera lucha contra la corrupción

– ¿Cómo percibe la lucha contra la corrupción que el Gobierno ha emprendido? ¿Es cierta esa lucha?
– La pregunta que se haría una persona desde fuera de Venezuela es: ¿A quién le ingresan los recursos? ¿Quién los maneja? ¿Quién los distribuye? Y ¿cuánto tiempo tienen en el poder? La respuesta es obvia. ¿Quién creó Cadivi, el Sicad, los bonos de Pdvsa, las importaciones con dólares preferenciales? ¿Quiénes han manejado las supuestas inversiones del sector eléctrico que superan 87 mil millones de dólares en 15 años, para generar menos de 10 mil megavatios, cuando en los 50 años previos se invirtió la mitad, 48 mil millones de dólares, para generar 20 mil megavatios? Y gracias a eso es que hoy todavía tenemos luz. ¿Quién ha manejado esa plata, quién ha manejado el dinero de los hospitales? El dinero de Pdval, de las importaciones, ¿quién lo maneja? Siento que el Gobierno se ha puesto en evidencia con esto de la lucha contra la corrupción, lo que tiene es que verse a sí mismo, alrededor, en su casa, en su familia, o en el puesto de trabajo de al lado.

-¿Edgardo Parra es un «chinito de Recadi»?

– Es una buena demostración de que si quisieras realmente combatir la corrupción, no necesitas la Habilitante. Lo que está detrás del caso de Parra y de los que han ido cayendo, es que es una pelea de mafias. Hay una lucha por repartirse el botín y el botín es Venezuela. Están utilizando esas informaciones que tienen de unos y otros, para pasarse facturas. Si hubiese una genuina vocación de luchar contra la corrupción, ya tendríamos un Contralor verdaderamente eficiente e independiente, se habría aprobado la Ley Contra la Corrupción que está parada en la Procuraduría, porque había un artículo que impedía el nepotismo. Sabemos la cantidad de denuncias que hemos presentado en el Parlamento y no se ha investigado ninguna. ¿A quién engañan? Eso es equivalente a que se le diga a la gente que no hay pollo, harina o leche por culpa de los productores, porque la gente sabe que eso no es cierto. Eso es de un ofensivo, de un cinismo, es una bofetada y lo que genera es más indignación.

– ¿Qué plantean ustedes?
– Lo que tenemos es que traducir esa indignación en movilización, en reacción firme y de verdad entender que se trata de una muerte simultánea que nos quiere dar el Gobierno. Muerte por el hampa y la violencia o por el hambre, o matarnos espiritualmente con el desaliento. Eso tenemos que sacudírnoslo y decir que aquí nadie se resigna, nadie se cansa. Es una oportunidad histórica que nuestra generación no puede y no va a dejar pasar.

– ¿El venezolano está preparado para demostrar esa vehemencia? Ya han pasado 14 años y pareciera que todo está igual.

– Hemos hecho mucho en estos 15 años. Me siento muy orgullosa de cómo hemos resistido un régimen que ha tenido todo, porque controlaron todo el recurso petrolero. Hay que ver cuánto dinero ha ingresado aquí. Controlan los poderes públicos, las armas, los medios de comunicación, más las alianzas internacionales y las complicidades desde afuera. ¿Cómo que todo sigue igual? ¿Y las maravillas de marchas y de protestas que hemos visto en este país? Salimos el 14 de abril, cuando era una elección que era el aparato del Estado contra el ciudadano. Hemos aguantado, pero ahora viene una nueva oportunidad aún más desafiante y más importante, porque el 8 de diciembre hay la oportunidad real de transformar el país. ¿Que va a ser una elección limpia y libre? No. Lo digo por la calle del medio.

Estoy convencida de que van a intentar hacer todo lo que puedan para tergiversar los resultados y la voluntad popular. Por eso tenemos que ir conscientes de lo que esto exige de nosotros. Cuando la gente me dice que va a votar, yo le respondo que eso no basta, que tenemos que hacer mucho más, hay que salir a la calle, movilizar, reclamar, alzar la voz. Cuando veas a alguien protestando porque no hay harina, acompáñalo y cuando veas a un trabajador protestando, porque no le pagan su sueldo, acompáñalo, o a los médicos, por lo que están haciendo en los hospitales. Es decir, tenemos que ir articulando la protesta para dar a entender que se trata de un régimen, siguiendo las instrucciones de Cuba, que nos quiere doblegar. Porque al final es un tema de soberanía nacional y popular.

Un triunfo ético

– ¿Qué hay detrás de la Habilitante? porque les ha costado.

– La Habilitante ha representado un triunfo ético para los demócratas de este país. Como cada ladrón juzga por su condición, pensaron que iban a poder doblegarnos por la vía del chantaje y la extorsión y no pudieron. Esto ocurre con el voto 99 y lo dije desde el primer día:  Confío en mis colegas diputados que estamos allí dando la vida, arriesgando hasta nuestra propia familia, dentro y fuera de la AN.

Allí está la evidencia, han tenido que llegar a esta monstruosidad de allanarle la inmunidad parlamentaria a algunos diputados, para ver si así consiguen un voto adicional. Por otra parte, creo que hay una lucha interna entre grupos que están en el oficialismo y también es una herramienta para arreciar en el control absoluto de la sociedad y la represión brutal. Quieren darle poder a quien está profundamente debilitado.

La Ventana

Guyana y el riesgo de la soberanía

Hace algunos días, la diputada María Corina Machado, propuso en la plenaria de la Asamblea Nacional que se hiciera un reconocimiento a la Armada venezolana, por la detención del barco de exploración sísmica de la empresa guyanesa Anadarko, en aguas de la zona en reclamación en el Esequibo.

El oficialismo negó la propuesta y para la parlamentaria, este hecho fue la demostración de algo «muy peligroso» que está propiciando el Gobierno. «Éste es un momento en el cual debemos entender que está en juego la soberanía nacional. Lo que está pasando es que hay un régimen que está siendo absolutamente irresponsable en el manejo de los legítimos reclamos y derechos que tiene Venezuela sobre la Zona en Reclamación y sobre las áreas marinas y submarinas que genera sobre el Atlántico», explicó. Resaltó que el incidente puso en evidencia que «detrás de esto está la mano cubana, porque Fidel Castro ha defendido Guyana contra Venezuela, pues ellos usaron Guyana como punto para la escala de sus tropas cuando iban a África y a América del Sur». Advirtió que «ésta es una zona crucial, porque representa el acceso de Venezuela al Atlántico y Guyana, igual que otros países, al darse cuenta de la debilidad del régimen, han comenzado a agredirnos y a abusar de lo que son nuestros derechos. Al extremo de que han otorgado concesiones petroleras, ya no solamente en las áreas marinas que genera la Zona en Reclamación, sino en las áreas marinas que genera nuestro propio territorio que está bajo la soberanía incuestionada de Venezuela, en aguas nuestras que no están en discusión. Allí fue que el Yekuana encontró al buque de la empresa Anadarko, haciendo una exploración sísmica», relató.

A su juicio, «aquí está pasando una cosa muy grave. En derecho internacional, cuando tienes una disputa y una de las partes actúa contra tus intereses y tú no emites una nota de protesta oficial, eso se llama aquiescencia ¿Qué significa eso? El que calla otorga. Cuando Guyana comete un atropello en nuestras zonas bajo reclamación y no respondemos, estamos poniendo en riesgo un esfuerzo centenario de los derechos de Venezuela y de soberanía en esa tierra». En su petición, Machado propuso que los cancilleres de ambas naciones no se reunieran, hasta que Venezuela emitiera una nota de protesta, por la agresión, pero le respondieron que el Gobierno ya había emitido «un comunicado de prensa (…) cuando un diputado no diferencia entre un comunicado de prensa y una nota de protesta, es para preocuparse».