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Las elecciones del  pasado domingo 14 de abril han vuelto a confirmar que nuestro municipio, y dentro de él, la Urbanización La Boyera, constituye, comparativamente, el más fuerte bastión electoral, a nivel de todo el país, de la democracia y la libertad.

Lo dicho tiene una explicación. La democracia y la libertad tienen su base en la propiedad, el trabajo y la educación. Mientras más personas sumen estas tres condiciones, mejor para la democracia y para la libertad. Es este el caso de La Boyera.

La historia nos enseña, sin embargo, que ningún país ha conquistado la democracia y la libertad de una vez para siempre. Venezuela es un buen ejemplo de la verdad de esta afirmación, porque ella ha contemplado a lo largo del tiempo lo mismo la instauración de gobiernos democráticos  que la sustitución de èstos por dictaduras, sean tales dictaduras sin disfraz, como las de Gómez o Pérez Jiménez o con él, como la actual.

La experiencia de lo dicho llevó a alguien a escribir con razòn  que la libertad es el precio de una perpetua vigilancia.  Y agregaríamos nosotros: y también es, en caso de haberla perdido total o parcialmente, el precio de una lucha tenaz para reconquistarla, como lo hemos estado demostrando los venezolanos en los últimos catorce años de nuestra vida política.

Hoy nos toca dar esa lucha para hacer respetar unos resultados electorales mediante los cuales la mayoría de venezolanos –y de manera resaltante, los habitantes de nuestra circunscripción- escogieron la recuperación de la democracia y la libertad. Resultados que intentan ser burlados por el  ventajismo, la intimidación y el fraude puestos en práctica desvergonzadamente por el gobierno y su partido.

Esa es la razón de que tantos vecinos de La Boyera y El Cigarral se hayan reunido en la tarde–noche del lunes 15 de abril frente al Centro Comercial Los Geranios de nuestra urbanización. Con franqueza, es posible decir que en toda la historia hasta ahora vivida por la misma urbanización, nunca como hasta entonces se había congregado en un lugar de ella tal muchedumbre de personas, hombres y mujeres, jóvenes, adultos, ancianos e inclusive, niños, para manifestar su apoyo firme y jubiloso a la democracia y a la libertad.

La causa es urgente y la razón mejor: la patria está en peligro y la patria no es una pura palabra: la patria somos nosotros, es nuestro trabajo, es nuestro hogar y son nuestras mejores esperanzas de futuro, que otros quisieran arbitrariamente arrebatarnos.

¡Bien por La Boyera y El Cigarral! Como escribió un poeta clásico romano, “algún día será un placer recordar estas cosas”.

Prof. Naudy SUÀFREZ FIGUEROA