Caracas, 22 de enero de 2013
Señor doctor Guillermo Cochez
Ex – embajador de Panamá ante la Organización de Estados Americanos
Su Despacho. –
Distinguido señor embajador:
Reunidos en este día en Caracas para conmemorar un nuevo aniversario del 23 de enero de 1958 (fecha en la cual, unidos, el pueblo y el ejército venezolanos, rebelados, pusieron fin a la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez), un grupo de venezolanos ya desde entonces, ya desde años posteriores, comprometidos en las luchas por la libertad en nuestro país ha considerado de su deber moral aprovechar dicha ocasión para hacerle saber a Ud. cuán altamente ha valorado la Venezuela democrática la posición de solidaridad asumida por Ud. en lo que atañe a la denuncia, en el seno de la Organización de Estados Americanos, de los atropellos políticos y jurídicos últimamente perpetrados por la dictadura disfrazada que sufre nuestra patria.
Tal posición suya es tanto más digna de resaltar por su singularidad y altura de tono, si se le compara con el silencio cómplice puesto en práctica por parte de colegas de Ud. representantes, en la propia O.E.A., en algunos casos, de países cuyos luchadores democráticos recibieron, en años de presencia en ellos de regímenes de fuerza, el apoyo sin reservas de pueblo y gobierno venezolanos.
Podemos asegurarle a Ud. que, en un sentido contrario, nunca se arrepentirá de una posición de valiente denuncia como la hoy tomada por su parte. Y también que la misma no será olvidada por la Venezuela democrática.
Este mensaje no querría terminar sin manifestar a Ud. nuestra fe inconmovible en que nuestra patria recuperará, más temprano que tarde, su democracia y su libertad, reconquistadas para durar 40 años, en 1958. E igual fe en que, superados catorce años de democracia disfrazada y de bolivarianismo tergiversado, quedará patente para toda América la verdad contenida en dos conceptos expresados ya en su tiempo por nuestro Libertador – conceptos interesadamente ocultados por el actual gobierno jurídicamente usurpador de nuestro país-, conforme a los cuales: “La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los Gobiernos Democráticos” (al Congreso de Angostura, el 15 de febrero de 1819) y: “El sistema militar es el de la fuerza, y la fuerza no es gobierno” (al canónigo Jos Cortés de Madariaga, en Jamaica, el 26 de noviembre de 1816).
Suyos,
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