El dirigente de Vente Anzoátegui denuncia el estado de abandono del recinto público y asegura que evidencia la ausencia de gobierno que vele por las instalaciones y derechos de los ciudadanos en la ciudad
(Lechería. 14/10/2020) Pedro Galvis, coordinador de Vente Venezuela en el municipio Urbaneja del estado Anzoátegui, denunció el estado de abandono y destrucción en el que se encuentra la Plaza Bolívar de Lechería. Lo calificó como un «monumento a la desidia y el vandalismo».
El dirigente refirió que el sitio público es parte de la historia contemporánea de la ciudad. «Es triste oír a los pobladores recordar con nostalgia los diferentes eventos que allí se realizaban, dándole a Lechería ese toque de amistad y obligado encuentro», dijo.
Asimismo, agregó que muchos actos vienen a la memoria de los ciudadanos, tales como sesiones solemnes y ordinarias del Concejo Municipal, actos para conmemorar alguna fecha importante, la feria artesanal con presencia de artesanos de otros estados y retretas, entre otros, que servían para resaltar la condición turística del municipio.
Galvis también comentó que del lugar desaparecieron los bancos y muchos de los postes, la fuente está seca, sin agua, ni iluminación; los árboles marchitos por falta de riego; el paisajismo abandonado y «causa estupor» ver el pedestal sin el busto del Libertador Simón Bolívar, que, a su juicio, corona las señales del abandono.
El dirigente del partido liberal fue enfático al aseverar que la negligencia para conservar el patrimonio de la ciudad evidencia la falta de gobierno. Por eso, consideró que es tiempo de sincerar las cosas y entender que cuando se hace referencia a la usurpación, ésta no se limita a Miraflores. «Por el contrario, se extiende por todas entidades del país, por considerar que carecen de legitimidad de origen, al haber sido investidas por una constituyente írrita, que solo es reconocida por quienes controlan el poder en Miraflores y sus colaboradores», dijo.
Además, recordó que en el año 2017, la unidad de la oposición acordó boicotear todo proceso electoral derivado de la írrita asamblea constituyente, como una estrategia para acelerar el cambio político en Venezuela. Sin embargo, tanto dirigentes como partidos se presentaron a la contienda para neutralizar la estrategia opositora, de manera similar a como hoy se ve la proliferación de candidaturas para la farsa electoral del 6 de diciembre.