(Maturín. 01/05/2020) El sistema educativo de Venezuela ha venido decayendo poco a poco durante 60 años, teniendo en estos últimos 20 el nivel académico más bajo en Latinoamérica, esto gracias a un régimen criminal que sólo le interesa mantenerse en el poder a toda costa. Por este motivo, las universidades venezolanas siempre han sido su principal objetivo de destrucción, siendo las casas de estudios del país victimas de vandalismos, homicidios y un presupuesto casi nulo que afecta directamente el futuro de nuestra nación, dando a demostrar que no les interesa tener una formación de calidad para los jóvenes que sólo tienen sed de conocimiento y hambre de libertad. Para el régimen es mejor mantener a la población hundida en la ignorancia y sumisión, solo así aseguraran tener el poder durante muchos años más.
La juventud universitaria de Venezuela se encuentra en un momento oscuro, donde ir al campus a recibir clases puede ser una decisión que le pudiera costar la vida a un estudiante o profesor; pero esto nunca ha doblegado a los jóvenes y profesores que sólo quieren salir adelante en un país que lo tiene todo en contra, ese fue un plan muy bien diseñado por este régimen nefasto. Pero la gran preocupación que se tiene hoy día es la realidad que se vive en los liceos y escuelas básicas, ya que son las bases fundamentales de la educación y se han visto terriblemente atrofiadas.
Durante esta cuarentena por la pandemia del Covid-19, ha obligado al sistema educativo a reinventarse, podemos observar que el régimen ha querido aprovechar esta situación para impartir clases por los canales del “Estado”, claramente modificados con la intención de adoctrinar y no de enseñar a los más jóvenes. Sólo unas mentes depravadas y sin ninguna vergüenza pueden realizar estos actos tan viles con la población estudiantil de un país, el socialismo permite esta clase de atrocidades y actos retorcidos.
Kengeli Mata