Antes se les veía caminando a los alrededores de las actividades de calle, rumoreando, susurrando, desestimando y alardeando de su «objetividad», camuflados en su «experiencia» y en sus atuendos de demócratas.
Ahora se les ve más cerca, se visten de búhos del saber abriendo sus conversaciones con un «yo te dije que esto iba a terminar así» en cada saludo. Continúan con su plan, siguen desestimando a todos los factores que busquen la salida del dictador, muy «decentemente» dicen buscar la unión y la concordia entre los venezolanos y ponen a la orden sus partidos para ello, pues como ya dijeron, se sabía que esto terminaría en elecciones.
Es una cacería que no termina, siguen sus pasos sigilosos entre nosotros, hablando ahora abiertamente de una «solución» que no es tal cosa: «elecciones parlamentarias con las condiciones que sea, y revocatorios», el viejo cuento de ganar espacios se hace presente de nuevo y la conformación de nuevos movimientos para unificar en torno a su plan se coloca sobre la mesa, buscando adeptos que se sumen a cambio de olvidar sus ideales de lucha, «el abrazo entre venezolanos» es un ingrediente adicional ampliamente radiado y televisado, llamándonos a cohabitar con las mafias en un sistema que dicen «será equilibrado».
Tienen a su orden todo el sistema, el engaño forma parte de un plan que se estableció para décadas y que hoy aprovecha la hegemonía comunicacional y factores que traicionan la dignidad vendiendo sus posiciones, para ahora sumarse a la campaña.
Podemos contrarestarlos al reconocerlos, levantando nuestra voz y llamando a la coherencia, llamando a la lógica de que las mafias no negocian sino su manera de seguir robando. Podemos derrotar su plan macabro quitando las vendas de los ojos a su audiencia y colocándole sentido común a sus planteamientos.
La ruta es la misma… Pero solos no podemos
Para derrotar las mafias enquistadas en el sistema no vale cohabitación, no vale impunidad, debemos limpiar la casa y reconstruirla con apoyo de nuestros vecinos, primero hay que derribar las estructuras carcomidas por la polilla, tumbar paredes, sacar los escombros y reconstruirla todos los venezolanos de bien, con valores sentados en la libertad de cada ciudadano y luego… Ahí sí, elegir el futuro libre de Venezuela, que perdure garantizado y sustentado en nuestras leyes, con un estado pequeño pero fuerte, abriendo los brazos a nuestros familiares y amigos que estarán retornado a un país lleno de oportunidades, con las bases sentadas para su despegue a la prosperidad y el bienestar familiar, en ciudades limpias de mafias, pero también limpias en sus instituciones, garantizando el bien de todos.
@JhoanRossell
Coord. Vente Venezuela – Escuque