Sin lugar a duda estamos en el momentum para liberar a Venezuela, pues los venezolanos hemos hecho todo lo que hay hacer para deponer el crimen organizado, vestidos de dignidad y calzados de valentía, pero no ha sido suficiente ante la complicidad de sectores que disfrazados de oposición han logrado prolongar esta tragedia que hoy amenaza al mundo occidental. Mientras algunos hacen mucha plata a costilla de una crisis humanitaria compleja, otros huyen, mueren, padecen y claman libertad.
Lo que observamos el martes en la Asamblea Nacional (AN) por parte de quienes en su momento fueron diputados, representa una jugada no solo inconstitucional, sino una burla a quienes hoy hemos entendido el conflicto que enfrentamos como nación. Esto representa un grave y peligroso error de la directiva de la AN, y no una victoria como lo han querido mercadear con toda la intencionalidad. Lo ocurrido es un negocio del estatus quo con la tiranía de Maduro, y así debe asumirse para avanzar con toda la fuerza necesaria para desalojarlos, quitarles el poder.
La realidad de este show miserable solo tiene un objetivo puntual, y es ir a unas “elecciones” para que sea la generación de la impunidad que impere en esta nación que no aguanta más socialismo. Por eso debemos detenerlos, y la única opción es hacer que la voz del ciudadano este por encima del político, y en este caso, que aplaste a los cómplices que sostienen un Estado criminal expansionista.
A ellos, los que han perdido su investidura, ni como invitados los queremos, ellos representan ese pequeño porcentaje del mal que habita este ex país que han entregado a grupos paramilitares. A ellos hay que tenerlos de frente, en la otra acera para combatirlos y ganar, sin inventos, ni atajos.
No, aquí no bajamos la cabeza ante el chantaje, no, aquí no vamos a caer en otra sesión fracasada del diálogo, no, tampoco nos vamos a detener en exigir que los mecanismos de fuerza sean los que se ejecuten, el TIAR avanza y es en serio.
Para todos los que han apostado de manera perversa y sistemática en una “reincorporación” de quienes abandonaron su investidura, sepan que la enorme Venezuela decente no negociará la justicia.
A la directiva de la AN, apliquen los artículos 191, 197 y 187 numeral 20 y detengan cualquier pretensión que lesione la ruta del coraje. ¡Estamos listos para avanzar!
Coordinador de comunicaciones Vente Los Salias
@JustoNavarroJE