La Asunción en la Isla de Margarita, famosa por su devoción a la fe católica, posee una tradición con más de 100 años de trayectoria, la Semana Santa Mayor o Semana Santa Asuntina, dónde feligreses de cada rincón de Venezuela la visitan para demostrar su devoción.
Ésta tradición, es aporreada por la crisis que actualmente atraviesa el país por culpa del régimen, cada vez son menos las personas que visitan la Isla de Margarita en ésta época. Además las calles que recorren las imágenes del hijo de Dios en procesión, son “reparadas” pero sin sentido, realmente tienen es una calle trancada que se presta para todo tipo de delito.
Es triste y avergonzante que la mayoría de las calles de la capital no cuenten con alumbrado eléctrico y que los músicos que acompañan las procesiones, tomaron la decisión de pedir una pequeña colaboración a quiénes hoy usurpan el poder, puesto que se les hacía muy complicado conseguir refrigerio para cada noche luego de que la procesión entrara a la Iglesia Catedral y la respuesta que les dieron fue; “¿Por qué mejor no buscan un terreno y montan una escuela y se
olvidan de eso?” demostrando que desean a toda costa evitar que el asuntino siga sus costumbres y tradiciones, evitan que se les sea transmitida a los más jóvenes, para poder obtener otro espacio que solo ellos podrán usar para sus fechorías.
La ciudad de La Asunción podrá estar sumergida en una oscuridad que parece interminable, pero lo que le sobra es esperanza, para seguir de pie, con la frente en alto a las adversidades, lista para luchar y conquistar la libertad, recuperar espacios que por derecho le pertenece a todos y cada uno de sus ciudadanos, a quiénes les corre sangre libertaria por las venas.
No nos rendimos, vamos a luchar hasta vencer, hasta conquistar la libertad en cada rincón de nuestro país.