Sí, hay una opción para lograr el Quiebre…
Últimamente la frase “Vamos bien” se ha popularizado de la mano (¿o boca?) de nuestro Presidente encargado. Con ello indicamos que a pesar de las dificultades en las que estamos hundidos y las penurias que padecemos, producto del socialismo chavista, vamos en la dirección correcta para producir el quiebre definitivo en la dictadura y la tan ansiada transición a la democracia.
Sin embargo, a dos meses de haber prestado juramento, asumiendo el mandato ciudadano y lo establecido en el 233, ya podríamos hacer un balance provisorio: Las victorias han sido varias, iniciando por el reconocimiento de alrededor de 60 países a Guaidó como presidente, con la consecuente designación progresiva de embajadores; el nombramiento y la aceptación como Gobernador por Venezuela de Haussman ante el BID; la protección de los activos en el exterior; el nombramiento de una nueva junta directiva para CITGO; la no-encarcelación del presidente, desafiando a la dictadura, luego de su visita por la región; las continuas movilizaciones a pesar de los golpes morales (como el gran apagón de recién y el que sufrimos al momento de escribir estas líneas)… Una victoria estratégica sería asegurarse el control sobre al menos una parte de la Burocracia del Estado. Aún eso no se ha alcanzado.
Además, han existido algunos contratiempos en este proceso: la incertidumbre sobre cómo afrontar la situación de los miembros de las fuerzas de seguridad que han desertado, y las denuncias sobre la cercanía de Bolichicos que pueden perjudicar los avances (esto podría acabarse con solo aclarar que no existe tal relación con ellos, en caso de que sean mentiras las afirmaciones en ese sentido).
Pero quizás el mayor percance ha sido el de la Ayuda Humanitaria (AH): se dijo que la Ayuda Humanitaria entraría “sí o sí”, aun sabiendo que organizaciones criminales han secuestrado al Estado venezolano.
La entrada de la AH tenía un objetivo intrínseco, al poner a los militares venezolanos en la disyuntiva entre plegarse al régimen criminal y evitar que entrase la Ayuda, o permitir que entrase la Ayuda y ponerse del lado de la Constitución y la Libertad. El objetivo era conseguir esto último, y con ello conseguir el quiebre de la burocracia civil y militar con respecto al usurpador y su régimen.
El resultado está a la vista y es que a pesar del gran descontento, las fuerzas de seguridad no se alinearon con el nuevo gobierno. Las razones de esto pueden ser variadas, quizás la falta de confianza o seguridad, intereses con el régimen de Maduro o la falta de liderazgo y capacidad organizativa interna.
Teniendo este panorama, podría insistirse en alcanzar ese objetivo atendiendo a sus causas, o reconocer la necesidad mayores niveles de fuerza y solicitar ayuda externa, en el marco de nuestra Constitución y el numeral 11 del artículo 187. Tenemos una opción.
Lo peor que puede pasar no es que pase algo, sino que siga pasando de todo y no pase nada.
@EliasTovarD