Skip to main content
immediate bitwave Library z-library project books on singlelogin official

(Barcelona. 28/03/2019) Aún cualquiera recula a pesar de la enorme ventaja que se tiene frente al régimen criminal. Pero eso no importa, el miedo sigue siendo libre para el que lo adquiere, como para el que haya nacido con él encima, semejante a una marca tatuada en el cogote, o en todo caso, guardando las distancias, tal cual como el rabo e cochino heredado, que llevaba entre las nalgas aquella generación de los Buendía, de “Cien años de soledad”. !Ay mi madre!, dónde está el rabito de este muchacho.

Ahora, permítanme conectarme con el tema en concreto. El sábado pasado el presidente encargado, Juan Guaidó, estuvo en Barcelona luego de una exitosa gira por otras ciudades del estado Anzoátegui.

No obstante, a dos meses de llevar las estrategias y sus tácticas como es debido, vuelve el miedo a jugar su estratagema en contra de las mayorías opositoras en Barcelona. A Dios gracias, éstas sin embargo salieron airosas en el recule, y en efecto Guaidó salió triunfante también.

Pero lo qué no debe repetirse más en Barcelona, Caracas y ni en ninguna otra parte: la terca huida hacia atrás; esa franca obediencia frente a los colectivos, los cuales llegan de repente, tumbando estrategias, si las hubiere, logísticas, incluso, hasta siendo “benevolentes” con la oposición, porque ordenan donde es que van las o la tarima, por ejemplo, o donde no puede armarse la misma porque a ellos, los colectivos, no le da la gana de permitir nada y listo, están armados hasta los dientes, lo cual en efecto, ocurrió en Barcelona.

Así pues, los colectivos obligaron a los armadores de tarima a mudar la misma, de la avenida donde estaba pautado el evento, a una calle paralela, angosta e incómoda para el acto con Guaidó.

Entonces, en vista de lo cual, mis queridos amigos encargados de los eventos, no construyan tarimas mientras no esté hasta los topes de personas el sitio del evento .Y  a cuyo “malandraje” o colectivos se les invita  a no abandonar el lugar para que sean estos mismos quienes se enfrenten a la voluntad de las mayorías, en cuanto a “en qué lugar va la tarima”, es decir, a los colectivos se les conmina a no irse sino a esperar los primeros 10 mil,100 mil o 500 mil personas , a ver si son guapos de verdad, a ver si son capaces de echarse encima ese paquete de enfrentarse a ese montón de gentes .Listo, sencillo.

La tarima va de último, después que llegue la gente al lugar de concentración. La tarima no va donde ordenen los colectivos. Las estrategias de ahora en lo adelante, cambian radicalmente. Los caballos van delante de las carretas, no detrás…caraj… ¡Aquí nadie recula ni tiene miedo! Ancla es ancla, lo demás es carpintería.

Eleazar Contreras