Un informe de las Naciones Unidas del 26 de mayo del 2005 presenta una visión general aguda de las causas predominantes de violaciones de derechos humanos, y las acciones que los Miembros de los Estados de la ONU deben tomar para garantizar que las metas de la Declaración Universal de los Derechos Humanos realmente se logren.
Los Desafíos de los Derechos Humanos:
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La pobreza y las desigualdades mundiales
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Discriminación
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Los conflictos armados y la violencia
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Impunidad
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Carencia de democracia
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Debilidad en las instituciones
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Los Desafíos de la Implementación
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La brecha del conocimiento
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La brecha de la capacidad
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La carencia de compromiso
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La brecha de seguridad
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Hago referencial especial a la brecha del conocimiento. No podemos activar los Derechos Humanos en una sociedad que NO los conoce y que carece de programas efectivos de educación. Los Derechos Humanos son inalienables, es decir son propios, personales, irrenunciables, vienen con nosotros al nacer. Entonces me pregunto: si no educamos a cada individuo ¿Quién los hará una realidad?
Tuve la oportunidad de hacer voluntariado con presos y uno de ellos en algún momento me expresó lo siguiente: “Yo nací en un hogar pobre, de familia afroamericana, mis padres no me alimentaron bien, no me educaron. ¡Ahora yo estoy en la cárcel y porque ellos no?… me hubiese gustado ser diferente!”. De inmediato, vino a mi mente el Derecho Humano Nro. 25: “Derecho a Comida y Alojamiento”
Teniendo que vivir fuera del país, en una ocasión mis hijos faltaron por tres días consecutivos a la escuela. ¡Al día siguiente recibí una carta de la policía! Si mis hijos no tenían una causa justificada para no asistir a la escuela, YO pagaría las consecuencias. Ese hecho me hizo pensar: qué diferente sería si en Venezuela también se aplicara el Derecho a la Educación con la misma rigurosidad. Una vez más vino a mi memoria: Derecho Humano Nro. 26, “Derecho a la Educación”.
No menos importantes son los Valores como base de la familia y de la Sociedad, que permiten regular nuestra conducta para el bienestar colectivo. La principal causa de la carencia de valores es que se ha dejado de educar con un modelo que presente valores éticos y morales. Durante mi infancia recibí en mi escuela una materia llamada “Educación Social, Moral y Cívica”. Mi madre y mis maestros me hablaron del Manual de Urbanidad y Buenas Maneras, de Manuel Antonio Carreño. Esos valores han marcado mi comportamiento individual y en cualquier sociedad en la que me encuentre.
¡Cuando una sociedad pierde sus valores, lo pierde todo! Consecuencias: ignorancia, vandalismo, adicciones, muertes, prostitución, falta de respeto, de justicia, de honestidad, ¡corrupción! Y entonces nos preguntamos: ¿Por qué está pasando esto? ¿Cómo pudimos llegar a esto? ¿Cómo algunos pueden ser capaces de tantas atrocidades? ¡Creo que la respuesta es obvia!
Los regímenes autoritarios como el Socialismo del Siglo XXI que se ha implementado en Venezuela precisamente suprimen algunos o todos los derechos ciudadanos para ejercer control y como consecuencia, la pérdida de valores. La falta de Valores y de respeto a los Derechos Humanos baja la autoestima, destruye personas, familias, empresas y naciones enteras. ¡Nuestra calidad de vida depende de lo que hagamos y también de lo que hagan todos los demás! No basta con que solo sean unos pocos. El rol que juguemos en nuestro entorno dependerá de cómo seamos «entrenados” todos para ese juego.
La formación de valores genera el disfrute pleno de un ser útil para la sociedad.
La reconstrucción de Venezuela tiene necesariamente que pasar por la recuperación y concientización de los valores cívicos, morales y de los Derechos Humanos, de manera individual y como sociedad.
Cualquier Plan de la Nación debe incluir este fundamental aspecto de educación obligatoria y concientización de los valores y Derechos Humanos, para abonar el terreno de la nueva sociedad, de la nueva Venezuela.
Es obligación de los nuevos gobernantes incluirlo como política de Estado y como parte del modelo educativo, con las respectivas penalidades del no cumplimiento. De lo contrario, estaremos nuevamente arando en un desierto.
“La medición máxima de un hombre no es en qué postura está en momentos de comodidad y conveniencia, sino en qué postura está en tiempos de desafío y controversia”.
— Martin Luther King, Jr.
En la Venezuela que toca reconstruir, como cuando ha pasado una guerra, ¡TODOS tenemos que hacer algo al respecto!
¡Yo también me anoto a hacer mi parte por Venezuela!