Las grandes ciudades de Venezuela comenzaron a sobre poblarse desde principios del siglo XX, cuando la industria petrolera comenzaba a desplazar la actividad agrícola. Solo un pequeño porcentaje de los citadinos son oriundos de estas urbes. La migración interna se convertiría en un fenómeno que crecía desordenadamente, y ningún gobierno se preocupó seriamente por la planificación urbanística de las grandes ciudades, y hoy tenemos como resultado el mayor desastre urbanístico a la entrada de Suramérica.
Quienes se fueron a la ciudad en busca de oportunidades y futuro, realmente lo conseguían y formaban sus familias allí, pero sin olvidar de donde venían; regresar al campo siempre era placentero para quienes vivían al estrés de la velocidad de las grandes metrópolis; esa es la historia de Venezuela antes del siglo XXI.
De Caracas a Los Llanos y Sucre, de Maracaibo a las montañas de Trujillo, eso era lo común en asuetos, todos volvían, a «olvidarse de la rutina». Los pueblos de Venezuela eran una mezcla perfecta, entre las tradiciones del y las nuevas costumbres producto del avance de la sociedad de manos de la tecnología; gozaban de electricidad y servicio telefónico, más hacia nuestros días, internet; pero no dejaba de ser cómodo viajar de vuelta al campo. Hoy no es igual, volver al campo es chocar de frente con el pasado.
Decidir viajar un fin de semana se convirtió en un completo estrés desde el momento en que lo piensas. Si tienes vehículo debes arriesgarte a perder un caucho, o quedarse accidentado en una carretera solitaria a expensas de un atraco o la muerte. Si no tienes carro, debes tener suerte para conseguir transporte público en las terminales terrestres, ningún destino escapa.
Te decides y viajas, al llegar a tu destino ciertamente te sorprende el pasado, no existen bodegas, ni señal telefónica, ni electricidad; y toca hacer todo de manera tradicional, a la antigua. Levantarse a las 5:00 A.M., pilar o pelar maíz, cocinarlo y moler, hasta que por fin logras desayunar ¿Dónde quedó la harina de maíz precocida que prácticamente es un patrimonio cultural de Venezuela? El socialismo se la ha llevado.
Pero no es sólo enfrentarse al pasado, también tienes que soportar la soledad y las tinieblas; 7:00 P.M. en Santa María de Cariaco, Sucre; no hay un alma en las calles, puertas cerradas, hay temor a la delincuencia; no hay electricidad, también se la ha llevado el socialismo, solo queda conversar con quienes quedan en tu familia, afortunadamente la mía está completa; mirar al cielo ver las estrellas en todo su esplendor y oír a toda gala, el estruendo del silencio nocturno.
Nos convertimos en pasado y tinieblas, no solo en los campos, hoy las grandes urbes también lo sufren; la electricidad, transporte, internet, telefonía, todo se ha vuelto tan difícil que te debates en la decisión de volver al campo o quedarte en la ciudad, porque es prácticamente lo mismo, tal vez hasta pienses irte a otro país para así olvidar el pasado y las tinieblas.
@diliojose