«El miedo salió de las calles y se instaló en Miraflores». Es una frase que se me quedó grabada desde abril de 2017 y desde ese día hasta hoy, el miedo aún recorre los pasillos del Palacio de Gobierno, mientras la fuerza de la rebeldía y la desobediencia a la tiranía se ve y se siente en las calles del país.
El viernes pasado se me quedó grabada otra palabra dicha por la misma persona del primer párrafo, pero que esta vez a muchos les incomodó: «dignidad». Cuánto pesa en la conciencia de muchos y cuánto hace valer a «unos pocos», «tres pelagatos» o a unos «sin partido político».
Y es que la dignidad no es un distintivo que te ponen por portarte bien en el colegio. Dignidad es “actuar conforme a principios valiosos, sin negociar lo importante, sin ceder en lo esencial”. Si usted actúa apegado a sus principios y valores, y no dice una cosa para hacer otra porque «la mayoría» lo hace, entonces es usted un ser con dignidad.
También podríamos decir que dignidad política «es una determinada manera de comportarse que caracteriza la actuación de los políticos, cuando gobiernan sus acciones con gravedad y decoro; o, lo que es lo mismo, con grandeza y honor”. Ser digno es un calificativo que se gana con las acciones de las decisiones tomadas.
La fuerza, que hoy está en cada uno de nosotros los ciudadanos que no nos rendimos, estaba camuflada, pero desde hace unos años se está dejando ver, y está más vibrante que nunca, es la dignidad ciudadana, y se está tornando indoblegable.
La fuerza ciudadana se ve en el ciudadano que no se humilla ante el sistema sacándose un carnet y se niega a recibir migajas, en aquel que se rehúsa a tener que montarse en un camión de ganado para poder llegar a su trabajo, en el comerciante que no se resigna a cerrar su negocio, en el emprendedor que decide quedarse y seguir apostándole a su país, en los familiares de las víctimas de las protestas y presos políticos que no se callan y denuncian todos los días su situación.
Es la dignidad de cada ciudadano lo que está haciendo mella en el régimen y causando escozor en algunos «opositores»; porque los venezolanos nos estamos dando cuenta de quienes se han plantado firme contra la narcodictadura y están actuando para sacar las mafias del poder.
Es la dignidad de los venezolanos la que nunca más permitirá que se implante una tiranía en Venezuela, porque este es un país que ama y está listo para la libertad.
Indira Rausseo
Tw: @IndiraRausseo