El 2018 inicia con oscuridad, con dolor y bastante agonía en las familias venezolanas. El dolor en las calles es indescriptible, no hay palabras para poder describir lo que vivimos. Ciudades, universidades, avenidas… todo vacío, incluyendo los anaqueles en los auto mercados. Parece que ahora sí. Aquella historia de terror relatada por algunos “exagerados” se hizo realidad.
Venezuela esta devastada. No existe para muchos aquello llamado “esperanza». Esta parece haberse esfumado hace mucho tiempo, junto a todo aquello por lo que en 2017 luchamos. Duele tanto ver como pasamos de ser un país lleno de vida y alegría a uno gris. Quienes tuvimos que abandonar Venezuela vivimos un tormento, dejando a nuestras familias y amistades en un lugar que se cae a pedazos.
No sólo formamos parte de una pesadilla. Sentimos impotencia de ver como existen políticos manteniendo una fórmula fracasada con la cual se evita demos un paso rápido para la LIBERTAD y la recuperación plena de la REPÚBLICA. Los días pasan y las cosas parecen seguir igual o peor, todo es incierto.
Cada día, cada tarde, cada noche buscamos respuesta a lo que ocurre, junto a ella una solución (¡NO HAY OTRA!) Sabemos que Nicolás Maduro y su régimen deben irse, reconocemos también que el tiempo es limitado porque las familias mueren, se están destruyendo al pasar el tiempo.
Parece una tragedia que, a pesar de que Venezuela está clara en la ruta correcta para acabar con este dolor, dirigentes y algunos partidos políticos sigan “ingenuamente” creyendo en un diálogo falso sin ninguna finalidad. El propio parlamento (!?) desconoce sus funciones, cerrando toda posibilidad justa de avanzar en apoyo a quienes les dieron el voto.
Es cierto, la noche es oscura, no sabemos que pueda ocurrir en las próximas horas acercándose el amanecer. Pero sí sabemos algo: nos toca enfrentar al MAL y sus MENTIRAS, a los seres más tenebrosos que han llenado las calles de sangre en todo el país.
Debemos tener un aspecto muy claro: la unión cívica por el recate de la LIBERTAD y la REPUBLICA debe ser mayor, la fortaleza espiritual enorme. No será fácil, pero lo seguro está en pie y es el amanecer.
Lograremos, después de tantas caídas y fracasos, todo aquello que una vez nos propusimos. Volverá el color y la alegría en cada uno de los rincones de nuestra Venezuela, porque las familias estarán unidas de nuevo. Regresará esa generación que, guerrera, creció en DICTADURA para reconstruir el país, porque aprendimos que nuestra tierra es única al igual que su gente.
No hay mal que dure mil años, tampoco alcahuetes que permitan la destrucción total. Venezuela renacerá entre las cenizas y estaremos dispuestos a hacerla brillar de nuevo.
¡Somos fuertes, amamos la LIBERTAD y lo vamos a lograr, el amanecer está cerca!
David Torres Dirigente de Vente Joven @DavidATorresB