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Es duro decirlo, pero qué podemos celebrar en estas Navidades.

Nicolás Maduro ha devaluado la Navidad y expropiado la alegría de millones de hogares venezolanos.

El hambre es el obsequio que desde Miraflores le están dando a millones de ciudadanos, que en esta misma hora no saben qué hacer para pasar estas fechas.

El trabajador  y el profesional venezolano no encuentran como resolver la cena de Navidad y de Año Nuevo, no saben que regalarle de “Niño Jesús” a sus hijos, y menos solventar el estreno de estos días.

Y este es el legado que nos dejó Chávez y que Nicolás Maduro defiende y profundiza. La necesidad entre los venezolanos es cada vez peor; el hambre se agudiza y en el régimen se vanaglorian de “estos logros”.

En otros tiempos, los venezolanos salían con entusiasmo en estas Navidades a construir un mejor mañana; justamente en estos días las familias se reencontraban compartían una hallaca e intercambiaban gestos, abrazos, regalos y besos.

Pero, todo esto quedó en un pasado que fue aniquilado por la revolución.

Sin duda, estás serán las navidades más triste para millones de venezolanos que no encuentran qué hacer en medio de la escasez más pavorosa y la inflación más atroz de la cual se tenga memoria en el país.

Desde los tiempos de la Guerra de Independencia la nación no vivía un estado paupérrimo como el actual; la vorágine de los inquilinos de Miraflores sólo puede compararse con la sangrienta historia de José Tomás Boves y sus bestiales acciones que enrojecieron de sangre a todo el país.

Por esto nos preguntamos: ¿qué vamos a celebrar?

¿Celebrar con presos políticos abarrotando las mazmorras del régimen? ¿Celebrar cuando nuestros hijos y familiares se van del país? ¿Celebrar cuando en este año se nos han ido a manos del hampa o de la escasez de medicamentos seres queridos? ¿Celebrar cuando existen miles de venezolanos comiendo en los basureros? ¿Celebrar cuando la delincuencia va en aumento?

Los venezolanos no tenemos nada que celebrar; más bien, esta es la hora de la protesta pacífica, de la rebelión silente, de la acción voluntaria.

Tenemos que demostrarle a Maduro que no queremos nada de él, ni de su gobierno. Tenemos que exteriorizar todo nuestro repudio a lo que este régimen significa y ha representado para millones de ciudadanos que están muriéndose de hambre o pasando cada vez más necesidad.

¿Cómo revertir esta acción? Todos los venezolanos en nuestros propósitos de Año Nuevo tenemos que prometernos a nosotros mismos dar lo mejor de nosotros para que las navidades del 2017 sean sin Nicolás Maduro en la presidencia, y sin socialismo de ninguna especie.

Este 2017 tenemos que dar más, no quedarnos en la queja de panadería o de la buseta, no limitarnos a expresar nuestro malestar por las Redes Sociales, sino que tenemos que dar un paso al frente y luchar por lo que es nuestro: Venezuela.

Nuestra nación nos necesita, no le demos la espalda. No le demos el gusto a aquellos que se han enriquecido y enquistado a costa de nuestra amada tierra.

@wcaballerolopez