(Caracas 08.06.25) Amistad, confianza, valores e inteligencia. Son las palabras que más se repiten al hablar de Catalina Ramos, bióloga y coordinadora de Asociaciones Ciudadanas de Vente Venezuela. Una mujer valiente y comprometida con la construcción de la Venezuela Tierra de Gracia: la auténtica República liberal soñada por nuestros padres fundadores, por la que ha trabajado incansablemente y presentado un proyecto de país luego de la conquista de la libertad.
Para Juan Pablo García, diputado de la Asamblea Nacional de 2015 y miembro de la Dirección Nacional de Vente Venezuela, Catalina es mucho más que una compañera de partido: es una amiga. Lo acompañó en su carrera hacia la diputación nacional, cuando pocos creían que podría lograrlo.
Catalina llegó un día a Monagas para respaldarlo en una campaña con escasas probabilidades de éxito. No lo dudó: había que estar allí, abrazar esa lucha. Y lo lograron. Juan Pablo García fue electo diputado, un triunfo que, más allá de la política, fue una victoria de la amistad y la confianza entre ambos.
“Catalina siempre está allí. Ella me recuerda momentos gratos en Bejucal. Me viene a la memoria aquel día que llegó a Maturín, mi tierra natal, para robarse el cariño, afecto y corazón. No solo de mi persona, sino también el de toda mi familia y de todo el equipo”, expresó García.
El diputado la describe con admiración: “es una fuente de inspiración por su incansable trabajo, por su inteligencia, con su sapiencia, su dulzura y visión política”. Y añade: “Una hormiguita para trabajar. Es una mujer perseverante y resiliente ante los desafíos y obstáculos”.
García también destaca el profundo compromiso de Catalina con la libertad de Venezuela. A pesar de los riesgos, decidió quedarse en el país, renunciando al exilio.
“Se quedó en Venezuela sabiendo que las garras criminales no dejarían de rasgar con su feroz furia. Es devastador no saber dónde está y dónde se encuentra. Lo es para su familia, para Vente Venezuela y para todos los jóvenes a los que ha formado con los valores más altos y nobles”.
Conmovido, exige justicia: “Mi corazón está con ella. Por eso exijo su liberación inmediata y hago responsable al régimen de lo que pueda sucederle. Es una mujer que merece y se ha ganado nuestro respeto”.
Por eso, Juan Pablo reafirma su lucha: “Por ti, mi Catalina querida. Por todos los compañeros perseguidos, sigo trabajando duro por la libertad. Y pido a nuestro Creador que les dé fortaleza y les proteja. Miles de razones para seguir hasta el final. Y el final está muy cerca: es la libertad de los venezolanos”.
Imagina el día del reencuentro como uno cálido y esperanzador. “Catalina estará llena de mucha alegría. Con un sol radiante y con una Venezuela vibrante que comienza a reconstruirse y en la que Catalina será parte fundamental para ese país Tierra de Gracia”.
“Es como una madre”
Pedro De Mendonca, coordinador de Vente Mundo, también se refiere a Catalina con profunda admiración. Para él, hablar de ella es hablar de coherencia, confianza y amor.
“Al final, ella practica y cree en lo que dice. Es una mujer super coherente. Eso ha hecho que confíe mucho en ella. Es para mí como una madre. Es una amiga, mi mentora, mi cómplice. Es esa persona a la que uno acude cuando tiene alguna duda. Ella siempre es brillante. Es super inteligente”, afirmó.
De Mendonca recordó que Catalina optó por permanecer en el país, guiada por su compromiso con la libertad. “Es una tipaza. Una gran persona. Y Vente Guárico, equipo que ella ayudó a formar, es un gran partido integrado por gente que comparte sus valores. Para mí, es uno de los secuestros que más me ha dolido porque Catalina es una persona brillante, de primer nivel. Una mujer solvente intelectual y moralmente. Ella representa lo que es Vente y lo que le ofrecemos al país”.
Pedro Urruchurtu, coordinador de Asuntos Internacionales de Vente Venezuela, conoció a Catalina cuando aún era un joven entusiasta. Fue ella quien le dio su primera oportunidad para ser facilitador en el área internacional, su gran pasión.
De allí nació una relación de confianza, trabajo en equipo y recorrido por todo el país. Juntos construyeron historias, compartieron anécdotas y sentaron las bases de un partido cimentado en ideas liberales y principios democráticos. Urruchurtu también destaca su “amor por Venezuela, su perseverancia, su determinación”.
Valora especialmente el espacio que Catalina ha dado siempre a los jóvenes. No para tareas menores, sino para que lideren y sean protagonistas.
“No hubo ni un día en el que no nos diera un consejo, en el que siempre estuviera, y sé que desde donde está hoy, a pesar de ser una secuestrada del régimen, no ha parado de luchar. Ella siempre con una gran formación, confió en los jóvenes del partido. Siempre ha creído que los jóvenes son el futuro del partido”.
La lucha por la libertad los llevó a trabajar juntos y a representar a Venezuela en el mundo, con una visión clara: Venezuela Tierra de Gracia.
Hija, madre y hermana ejemplar
En el ámbito familiar, Catalina también brilla como hija, madre y hermana ejemplar. Marisol Ramos, su hermana, evoca una vida de complicidad compartida desde la infancia, y una profunda conexión emocional que se refleja en su amor por el arte. Estudió música, y toca el piano y la guitarra con notable talento.
“Es mi amiga y compañera. Desde muy joven fue una excelente estudiante. Mi hermana es pianista y lo hace maravillosamente bien. Toca guitarra. Sin embargo, los valores de mi hermana están presentes en su vida cotidiana. En todo lo que hace”, relató Marisol.
Si tuviera que describirla con una sola palabra, sería sensibilidad. De allí nace, asegura, su pasión por Venezuela. Siempre ha sido una mujer entregada.
“Desde su época de estudiante ha estado interesada en que las cosas se hagan bien. Por el bien de la mayoría. Siempre ha intentado mejorar lo que se puede mejorar. Siempre ha intentado que las cosas sean mejores”, comentó Marisol.
Además —cuenta Marisol con una sonrisa leve—, Catalina nunca deja de estar cerca, aun cuando la distancia se impone. Es atenta, casi silenciosamente. Un ejemplo de ello es su madre, que estudia inglés: Catalina, desde lejos, se suma al aprendizaje, descarga las mismas aplicaciones y repasa con ella, como si el océano no existiera, como si el amor acortara kilómetros y los convirtiera en compañía.
Para Marisol, el motor que impulsa a Catalina va más allá de lo personal. Su compromiso con el país y con las generaciones futuras la ha llevado a involucrarse, a cuestionar y a actuar cuando algo no está bien. Esa vocación de mejora constante, de no quedarse callada ante lo que considera injusto, define una parte esencial de su carácter. Como resume su hermana: “Creo que ella está comprometida con dejar una mejor Venezuela para sus hijos. Siempre ha sido muy inquieta si ve que las cosas no se hacen bien o ante las injusticias”, concluyó.